Ganar un partido en el último minuto provoca emociones tan intensas que explican porqué el fútbol levanta pasiones en todo el planeta, y hace apenas unos días hemos podido vivir en Huelva esas emociones. Lograr un ascenso en el último momento, evitar un descenso, o remontar un partido que parecía imposible ganar solo unos minutos antes, genera una euforia colectiva que queda impresa en la memoria de los aficionados.
Aunque ha habido muchos momentos de júbilo, y también de enorme desazón por goles in extremis y remontadas a favor o en contra a lo largo de los 127 años de historia del Recreativo, hemos decidido traer aquí solo algunos ejemplos, unos por su trascendencia, y otros por ser más recientes, por lo que han podido ser vividos por muchos de los recreativistas de hoy en día.
En las primeras décadas de vida del Club, antes de que se impusiera el profesionalismo en los años veinte, el Recre no solía remontar ni ganar en el último minuto, ni tampoco le solían remontar otros equipos, pues su superioridad se mostraba habitualmente con claridad y se reflejaba en el marcador bastante antes del final de los partidos. Pero ante rivales de altura también hubo algún final amargo. El primer ejemplo destacable de remontada en contra se produjo allá por el 11 de abril de 1906, en el Hipódromo de la Castellana de Madrid, cuando, tras un buen partido de los onubenses sobre un terreno embarrado por la incesante lluvia, el Athletic de Bilbao neutralizó el gol inicial de Waterston y remontó a tres minutos del final para lograr el subcampeonato del Campeonato de España, relegando al Recreativo al tercer puesto.
Otro ejemplo de remontada en contra, pero de época mucho más reciente, fue la del Málaga CF en el regreso a Primera del Recreativo, el 1 de septiembre de 2002. Tras el esperanzador 2-0 inicial, con goles de Raúl Molina y Viqueira, Musampa se encargó de aguar la fiesta en las gradas con sus tres goles.
Una remontada, que hubiera sido épica y memorable en la historia del Decano, pero que no llegó a consumarse, se vivió en abril de 1931, coincidiendo con la proclamación de la II República. Era la eliminatoria definitiva que daba la única plaza de ascenso a Segunda División, y a ella llegaban, tras quedar campeones de sus grupos y superar otras eliminatorias, el Celta de Vigo y el Recre. En la ida, en Balaídos, una expulsión nada más empezar y cuatro penaltis en contra provocaron un resultado casi imposible de remontar (4-0). Al domingo siguiente en un Velódromo abarrotado se rozó la machada, pero el 3-0 final fue insuficiente y el ascenso fue para el Celta.
Pasemos ahora a recordar brevemente otras remontadas de las últimas décadas que sí se consumaron, incluso con goles en el descuento, en algunos casos:
Citemos dos remontadas memorables en la gran temporada 2001/02:
A diferencia de las remontadas épicas, en las que el suspense y la emoción van creciendo durante muchos minutos, los goles decisivos en el tiempo de descuento provocan una súbita explosión de júbilo colectivo, sobre todo si deciden títulos, ascensos o descensos. Pero al igual que hemos hecho con las remontadas, repasamos en primer lugar los momentos amargos sufridos por tantos encajados por el Recreativo en el último suspiro de partidos decisivos.
El más doloroso fue el 6 de julio de 1969 en la eliminatoria definitiva para el ascenso a Segunda División ante el Onteniente. El Recreativo había perdido por la mínima en la ida en tierras valencianas, pero en el partido de vuelta en Huelva ganaba por 3 goles a 1 cuando se había rebasado el minuto 93 y la afición recreativista, que llenaba las gradas del Estadio municipal, celebraba ya el ascenso. Entonces se produjo una jugada sin aparente peligro, pero que finalizó con una vaselina de Portalés que superó a nuestro portero y aunque el defensa Díaz llegó a despejar, el balón dio en la parte inferior del larguero y botó dentro. Mazazo psicológico para todos. Hubo de jugarse un partido de desempate solo dos días después en Puertollano, con la moral del equipo hundida y los jugadores aun pensando en aquella última jugada, lo que aprovechó el Onteniente para ganar 2-1 y ascender a Segunda División.
Otros goles encajados en el últimos instantes se produjeron el 3 de febrero de 2001, cuando el Atlético de Madrid empató de lanzamiento de falta en el 90’, en un partido jugado todavía en el viejo Colombino, y que mereció ganar el Recre; o el 20 de mayo de 2007, gol de Roberto Carlos en el 91’ que supuso el 2-3 para el Real Madrid en el Nuevo Colombino y alejó la opción de terminar en puestos europeos. Y más recientemente, el gol del Real Jaén la temporada pasada (28 de febrero de 2016) que supuso un amargo empate a dos en la última jugada del partido.
Por el contrario el 17 de junio de 1972 se vivió un momento de júbilo que liberó toda la tensión acumulada en el recreativismo tras más de noventa minutos de angustia, ya que el Club Decano se jugaba permanecer en Tercera División o caer a categoría regional. Según contaban los presentes, en el mismo instante en que el árbitro iniciaba el gesto con sus brazos para dar por concluido el partido, el riotinteño Coradino de fuerte chut logró el 1-0 ante el Barbastro, que dejaba al Club en Tercera. Hasta el presidente Martín Berrocal sufrió una lipotimia y hubo de ser atendido.
Otros goles más recientes que resolvieron partidos importantes a favor del Recreativo en los últimos instantes, además de los que ya hemos mencionado en el apartado de las remontadas, fueron:
Y terminamos destacando, lógicamente, los dos más recientes que llevaron al éxtasis a la sufrida afición del Decano: el de Rubén Mesa el pasado 19 de marzo de 2016 para ganar 1-0 al Granada B, con 21.000 recreativistas llenando las gradas del Nuevo Colombino, y el de Miguelito el pasado domingo ante la Real Balompédica Linense, que dio unos puntos valiosísimos para la lucha por la permanencia que mantiene en la actualidad el Club Decano.