Ni más ni menos. El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol ha castigado con cuatro partidos de sanción al delantero Rubén Mesa por patear los genitales de Drommel en el último partido disputado ante el Mancha Real.
La RFEF ha aplicado el artículo 98 de sus estatutos, que dice: "Agredir a otro, sin causar lesión, ponderándose como factor determinante del elemento doloso, necesario en esta infracción, la circunstancia de que la acción tenga lugar estando el juego detenido o a distancia tal de donde el mismo se desarrolla que resulte imposible intervenir en un lance de aquél, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos".
El jugador recreativista se disculpó horas después del percance a través de las redes sociales, pero ni aún así le han bajado la sanción.