Tecnología punta para el césped de Ipurua
La SD Eibar no deja de intentar mejorar. ¿Un ejemplo más? Los carros de iluminación, un equipamiento adquirido en septiembre de 2017 para paliar los efectos que producían la carencia de luz y las bajas temperaturas, han demostrado durante el periodo transcurrido desde su compra que son un aliado eficaz y rentable para el cuidado del césped de Ipurua.
La falta de luz era especialmente perjudicial en invierno en la banda de los banquillos ya que la cubierta de la tribuna proyecta una sombra que hace que durante meses esa franja del campo no recibe la luz solar.
Por este motivo, durante todo el invierno el césped de la banda más próxima a esta tribuna no podía crecer y el campo presentaba un aspecto poco adecuado, por lo que era necesario sustituirlo (total o parcialmente) con asiduidad.
Analizada la situación, el Consejo de Administración del Eibar aprobó la adquisición de diez carros de iluminación que, una vez desplegados, ocupan 1.200 m2, una sexta parte de la superficie del campo y mitigan la falta de luz y temperatura.
Cada carro, suministrado por la empresa holandesa SGL, líder en el sector, consta de 25 focos, cada uno de los cuales proyecta un haz de luz en 20 metros de largo por 6 de ancho.
Además de los propios carros, el sistema incluye una serie de sondas que ayudan a monitorizar la situación en cada momento y a tomar decisiones en consecuencia. Una sonda controla parámetros como la temperatura, humedad y salinidad del césped, otra controla la energía que transmiten los carros y una tercera controla los indicadores ambientales (temperatura y luz).
Además de estas sondas, el sistema incluye una cámara situada en una de las torretas de iluminación que monitoriza el césped.
Los datos aportados por las sondas y la cámara llegan al club y a la empresa SGL y en función de los mismos se elaboran informes semanales en los que se establece dónde y durante cuánto tiempo se sitúan los carros.
Los responsables del mantenimiento del césped del Eibar también utilizan estos datos para fijar los tratamientos que hay que dar a la planta en cada momento.
Una temperatura por encima de los 28 grados en verano puede ser tan negativa como otra por debajo de 6 en invierno. La raíz del césped permanece inactiva en ambas condiciones, perdiendo longitud y provocando que la capa superficial no tenga el agarre y la resistencia necesarios para soportar la acción del juego de los futbolistas, favoreciendo que se levante.
Los carros están en funcionamiento aproximadamente entre septiembre y abril, dependiendo de las condiciones climáticas que se den. Su uso es especialmente intensivo entre noviembre y enero, meses en los que están conectados prácticamente las 24 horas del día. El uso durante el resto de los meses está en función de la luz y temperatura de cada momento.
A lo largo de un año pueden estar encendidas entre 1.600 y 1.700 horas en la zona más problemática del campo, situada en la banda de la tribuna sur. Los operarios de jardinería cambian los carros de posición periódicamente en función a los parámetros obtenidos y al estado del campo en cada momento. ”Los carros son un aliado indispensable, pero no se puede abusar de ellos puesto que puede ser contraproducente, nunca superan las 48 horas en una misma posición”, explican.
Dada la escasez de espacio en Ipurua, los carros se almacenan dentro del propio terreno de juego, salvo los días de partido en que son transportados al aparcamiento existente en la carretera de Elgeta, frente a la trasera del polideportivo.
Esto cambiará con las obras en curso en el estadio ya que se va a habilitar un espacio específico bajo la nueva grada oeste para su almacenamiento cuando no estén en uso.