Tan solo unos minutos después de que la Selección Española tocase el cielo en Sídney, proclamándose campeona del mundo, Luis Rubiales empañó el hito histórico con un gesto que quedará para el recuerdo, desafortunadamente. Después de besar a Jenni Hermoso en la entrega de medallas, la celebración del título quedó relegada a un segundo plano y toda la atención mediática se situó en el polémico momento.
Todos los medios se hicieron eco, prácticamente al instante y la nube de críticas rápido se situó sobre el que fuera presidente de la RFEF. Las presiones hacia la jugadora, para que grabase un vídeo con Rubiales y cortase la tensión “que estaba creándose fuera”, tampoco tardaron en llegar. Pero ella se negó, tal y como cuenta en ‘Planeta Calleja’.
Luis Rubiales se acercó a Jenni y le pidió que lo hiciera “por sus hijas, que estaban detrás en el avión llorando”. Pero la respuesta de la ‘10’ de España fue tajante: “Le dije que lo sentía, pero que yo no iba a hacer eso, que yo no había hecho nada”.
Jenni explica a Jesús Calleja toda la situación que vivió. Incluso, la futbolista revela como a otra compañera del combinado también le ofrecieron grabar el vídeo. “Como yo había dicho que no quería salir en ese vídeo, pues le dijeron a otra jugadora que saliese ella, cuando la pobre ni tenía nada que ver. Que saliera a decir que ese momento fue un acto de espontaneidad y de efusividad, para quitarle hierro al asunto”, anuncia la futbolista de Tigres.
Las presiones hacia Jenni Hermoso no cesaron. Continuaron durante las vacaciones en Ibiza de las que disfrutaron las jugadoras. También en Madrid, donde no podía disfrutar, ni siquiera, de un desayuno con su madre sin ser fotografiada. Y finalmente tuvo que huir de Madrid hacia Málaga con su familia. “Cuando yo no había hecho nada”, reivindica en el programa de Cuatro.