Diario de a bordo, día 2: Clases de 'Spanski'

Empieza el trabajo. Las piernas pesan y el primer entrenamiento de la selección española, celebrado a puerta abierta entre los aplausos de la población de Krasnodar, ha sido leve. Partidillo, Ramos y Piqué 'destrozando' la autoestima de los porteros con sus disparos desde la frontal del área y los delanteros, los más mirados, a lo suyo. Diego Costa está primero en las apuestas para ser el titular, seguido de cerca por Rodrigo, pero Aspas tiene sus adeptos.

Pero el día no ha sido tan para los periodistas, que se han encontrado con el peor enemigo posible de la profesión: internet funciona fatal. Krasnodar, situada muy cerca del Mar Negro y de Ucrania y considerada 'la mejor ciudad de Rusia para hacer negocios', es un lugar moderno... para estar en Rusia, pero en algunos aspectos está lejos de las comodidades de la Europa occidental. Eso sí, si vas a una tienda y eres capaz de hacerte entender en inglés y con el traductor del smartphone con los amables empleados, que sólo hablan ruso, puedes conseguir una tarjeta SIM local por un precio muy asequible... como asequible es la comida, aunque también haya que señalársela al camarero en la carta, ya que tampoco habla inglés. Y el 'spanski', por supuesto, tampoco lo habla nadie.
Ya el aeropuerto, a la llegada el jueves, la cosa apuntaba maneras. Largas colas para sellarte el visado, mirada inquisitoria del policía por salir un poco más joven en la foto y la extraña sensación que te produce ser rebautizado como Xopxe. Después, una sola cinta de recogida de equipajes y hora y media de espera hasta poder salir hacia el hotel (y no todos encontramos la maleta). Menos  esperaron los futbolistas y empleados de la federación, que recibieron un frío recibimiento por parte de algunas autoridades locales y se marcharon rápidamente a su alojamiento... y es que Krasnodar no es sede mundialista.
Para que os hagáis una idea, de momento estamos en un Mundial pero alejados de él. Rusia eligió 11 ciudades y 12 estadios para su torneo y dejó fuera esta ciudad, aunque sí la ofreció como posible alojamiento, oportunidad que aprovechó la Federación Española de Fútbol, enamorada de las instalaciones del FC Krasnodar, para reservarlas. Si no aparecen de repente 'cuatro locos', España no tendrá ningún contacto, aparte de 'Manolo el del bombo', con su afición, con una 'fan zone' o con otras aficiones hasta el día 14, en Sochi.
Eso sí, el FC Krasnodar Stadium es un espectáculo. Inaugurado en octubre de 2016 en un Rusia 3-4 Costa Rica (¡qué raro!), tiene capacidad para 34.000 espectadores y supuso un coste de 200 millones de euros, lo que sitúa a la vanguardia de este tipo de construcciones con permiso de otros recintos aún más espectaculares que acogerán el torneo. A la cabeza de todos ellos estarán el Estadio Luzhniki de Moscú y el majestuoso Krevstovski, nuevo hogar del Zenit de San Petersburgo. Seguro que en alguno de estos estaremos. Será una buena señal.