Luis Enrique 'se rebaja' con Sergio Ramos

Define la RAE el verbo 'rebajarse' como "acceder a algo con menoscabo de la propia dignidad". No es un término que caracterice de primeras a Luis Enrique, un tipo que ha demostrado tener carácter y personalidad a lo largo de toda su carrera, ya sea como futbolista o como entrenador. Si embargo, los acontecimientos con Sergio Ramos en los últimos encuentros de la selección española elevan una duda con la que nadie parecía contar cuando se le nombró como técnico.

Sustituciones pactadas en partidos oficiales, descansos en momentos inesperados, minutos en encuentros que entran en su tramo final. Una sensación de que los dos, seleccionador y jugador, están más preocupados en sumar números y batir récords que en aportar y afianzar a un equipo que no encuentra el rumbo desde la llegada del nuevo técnico , con la goleada a Alemania como excepción que confirma la regla.

"Sergio está perfecto, estaba hablado que jugara sólo el primer tiempo", reconoció el propio 'Lucho' tras el empate ante Grecia. El capitán venía de unas molestias que le impidieron jugar el último partido ante el Real Madrid. Y antes, enlazaba seis semanas sin jugar tras un paso por el quirófano. En ese sentido, su compromiso con la selección está fuera de toda duda.

Luis Enrique y Sergio Ramos: cambios pactados

Ramos jugó 45 minutos ante Grecia y no apareció en el campo tras el descanso. Entró en su lugar Iñigo Martínez, que cometió un extraño penalti a los 6 minutos del segundo tiempo. No es, en cualquier caso, la primera vez que sucede algo similar con el andaluz, que en los dos últimos parones ya pactó sustituciones con el seleccionador de manera cuanto menos sorprendente.

"Es un tema de cuidarle y, por supuesto, de que siga sumando partidos", dijo Luis Enrique en noviembre. Sumar récords, sumar números: Ramos ha participado en los 11 últimos partidos de España de manera consecutiva, aunque curiosamente sólo ha completado los 90 minutos en cuatro de ellos. Una situación sin duda anómala para un central.

Jugó 45 minutos pactados ante Grecia. Antes, 43' ante Alemania, aunque en este caso sustituido por lesión. En noviembre, ante Países Bajos, salió al campo los últimos 5 minutos con el único objetivo de sumar una internacionalidad más, al igual que en octubre frente a Portugal, cuando sólo jugó 8 minutos. Y mientras tanto, la selección se juega su presencia en el próximo Mundial de Catar... con Luis Enrique y Sergio Ramos jugando con la calculadora.