Cuando este lunes (16:00 horas) el seleccionador nacional femenino Jorge Vilda dé a conocer la prelista de elegidas para competir por España en el Mundial del próximo verano en Australia y Nueva Zelanda se desvelará el secreto sobre qué jugadoras están dispuestas a volver al equipo después del cisma producido tras la pasada Eurocopa.
Entonces quince jugadoras firmaron su renuncia para ser seleccionables con el equipo español. Se trata de Patri Guijarro, Mapi León, Sandra Paños, Lola Gallardo, Moraza, Aitana Bonmatí, Leila Ouahabi, Lucía García, Ona Batlle, Laia Alexandri, Claudia Pina, Andrea Pereira, Mariona Caldentey, Nerea Eizaguirre y Amaiur Sarriegi.
Adujeron, en genérico, a que la situación generada en torno al equipo nacional estaba afectando "de forma importante" su estado emocional y, por consiguiente, también a su salud.
"Actualmente, no me veo en condiciones de ser jugadora seleccionable para nuestro equipo nacional y por este motivo solicito no ser convocada hasta que esta situación no sea revertida”, expresaban las quince en un correo remitido a la federación.
Dos de los pesos pesados del Barça y de la selección, Patri Guijarro y Mapi León, no están dispuestas a regresar. En unas declaraciones a RAC1, Guijarro, autora de dos goles en la final de la Champions que las azulgrana ganaron al Wolfsburgo (3-2), recalcó que tal y como estaba la situación no jugará el Mundial: "De momento tampoco veo que la situación se pueda arreglar".
La central aragonesa, en unas manifestaciones a la misma emisora, coincidía: "Tengo una manera de vivir y unos valores... yo no puedo volver, algún cambio debe haber. Si me lo cuentan y hay un plan... pero yo no lo veo. Se ha estado intentando con la Federación cambiar las cosas, pero desde mi punto de vista es insuficiente".
La guardameta Lola Gallardo tampoco está para volver: "Si se arregla genial y si no, toda la suerte del mundo a las que vayan y que ganen el Mundial".
Otra jugadora, como Claudia Pina (Barcelona), aunque no lo ha admitido públicamente, estaría en esa misma línea, así como, al menos, tres más, que no habrían enviado una comunicación a la RFEF declarándose nuevamente elegibles.
Aunque tampoco lo ha anunciado públicamente, todo apunta a que se producirá la vuelta de Aitana Bonmatí, elegida mejor jugadora de la pasada edición de la Champions. La barcelonista se sabe en la quiniela para conquistar el próximo 'Balón de Oro' y el escaparate mundialista es muy grande como para quedarse en casa.
También la meta azulgrana Sandra Paños podría haber enviado el preceptivo correo declarándose elegible. Del resto se da por segura la vuelta de Alexia Putellas, una vez recuperada de su grave lesión que le ha dejado en blanco prácticamente toda la temporada.
En público no se conocían las razones del desencuentro con Jorge Vilda, pero poco a poco se fueron conociendo detalles, aunque desde el primer minuto las jugadoras supieron que el presidente de la Federación, Luis Rubiales, estaba del lado del entrenador.
Entre las firmantes no había ni una jugadora del Real Madrid, tampoco estaba Alexia Putellas, por entonces lesionada, pero que indirectamente se alineó con las peticiones de sus compañeras:
"Las que empezaron en esto tuvieron que luchar muchísimo para que las dejaran jugar. Nosotras ahora tenemos que luchar para tener mejores condiciones. Para que sea todo de manera profesional y que solo nos podamos centrar en jugar. Y en ganar", reflexionó Alexia en un documental que estrenó hace meses Amazon Prime.
Para entenderlo más, la capitana del Barça puso un ejemplo que se produjo durante la Eurocopa de la pasada temporada. Mientras las selecciones 'top' se desplazaban en avión para jugar sus partidos, España lo hacía en autobús. Alexia alertaba sobre la importancia de los detalles.
En las negociaciones, sin luz ni taquígrafos, con reuniones en Madrid o en la ciudad deportiva del Barcelona, se han producido avances tanto en lo que respecta a la creación de un plan de conciliación familiar como a las mejoras económicas.
El primero de ellos tiene que ver directamente con la acción de la RFEF, ya que recientemente creó un plan de conciliación familiar que favorecía el desplazamiento de familiares de las jugadoras en las grandes competiciones y que permite, además, que jugadoras con hijos/as menores de dos años los puedan tener cerca.
Otra consideración es económica y tiene que ver con el reparto anunciado por la FIFA y que permitirá a las jugadoras ingresar como nunca.
La FIFA anunció un reparto de 110 millones de dólares entre jugadoras y federaciones para el próximo Mundial. Solo por participar, las jugadoras se embolsarán 30.000 dólares (unos 28.000 euros; el salario mínimo en España para las futbolistas es de 16.000).
Los premios llegan hasta los 270.000 dólares para cada componente de las campeonas y por escalas diferentes: 60.000 (octavos), 90.000 (cuartos), 165.000 para el cuarto clasificado; 180.000 para el tercero y 195.000 para el finalista.