La noche de Álvaro Morata: de la ovación tras fallar un penalti a un gol celebrado 'con la cabeza'

España se ha enfrentado este martes a Serbia en Córdoba en un partido marcado por la plaga de bajas en el combinado de Luis de la Fuente. La mitad de la plantilla que ganó la Eurocopa no ha podido estar en El Arcángel. Sí estuvo, en cambio, el capitán: Álvaro Morata. Y el delantero, esta vez sí, se llevó el cariño de la afición, tanto con sus fallos iniciales como con su gol final.

El nuevo atacante del AC Milan había dejado declaraciones en los últimos días en las que admitía tener algunos problemas de salud mental. Meses antes, en la misma Eurocopa, llegó a decir que no se sentía querido en España poco después de recibir pitos en el Santiago Bernabéu con la camiseta de la selección.

Álvaro Morata, dos fallos y ovación

Todo eso se ha quedado atrás este martes. La afición de Córdoba le ha recibido con cariño desde el primer momento, desde el primer minuto. Con aplausos, con gestos de cercanía desde la grada. E incluso con ovaciones en los momentos más difíciles.

Corría el minuto 43 cuando Rajkovic salió de su área para despejar el balón y se chocó con un compañero. La pelota quedó suelta y ahí apareció Marc Cucurella, que le puso el balón a Morata en la cabeza. Con todo a favor, el cabezazo del delantero salió algo blando y a Rajkovic le dio tiempo a llegar a la portería y a meter la mano para atrapar la pelota en dos tiempos.

Morata falló, pero se llevó una ovación. Y es que la afición de España empezó a corear su nombre en ese mismo instante: "¡Morata, Morata!". El jugador, bajo la lluvia de El Arcángel, se mostró agradecido y respondió a los cánticos con gestos de gratitud a la grada.

Una situación bastante similar a la sucedida en la segunda mitad. Pedro Porro provocó un penalti y toda la grada pidió que lo tirara Morata. El capitán cogió la pelota, disparó potente con la diestra... pero envió el balón a las nubes, que llegaban cargadas de agua. La reacción de la afición, idéntica: todos corearon su nombre para intentar que no se hundiera anímicamente.

Morata, un gol para desquitarse

En cualquier caso, el delantero pudo por fin celebrar un gol bajo la capa de lluvia que caía sobre El Arcángel. Fue a los 65 minutos, cuando la selección robó un balón en campo rival y, tras una gran asistencia de Fabián en línea de tres cuartos, Álvaro disparó de primeras con la pierna izquierda para batir a Rajkovic.

Lo celebró junto al banderín de córner, con mucha rabia, mirando a la grada. Una grada que volvió a ovacionarle poco después, cuando Luis de la Fuente le sentó en el banquillo para dar entrada a Joselu en una noche en la que Morata, sin duda, fue uno de los grandes protagonistas.