Aurelio de Laurentiis, presidente del Nápoles, actual campeón de la Serie A italiana, está siendo investigado por su implicación en las presuntas plusvalías ficticias del fichaje del delantero internacional nigeriano Victor Osimhen en 2020 procedente del Lille francés.
La Fiscalía de Roma inscribió este martes a De Laurentiis en el registro de sospechosos, acusado de un delito de "falsedad contable" y "declaración fraudulenta", después de recibir la documentación en poder de los fiscales napolitanos, aunque la justicia deportiva ya ha archivado esta investigación.
También están siendo investigados la esposa de De Laurentiis, Jacqueline Baudit, y sus hijos Eduardo y Valentin, según medios locales.
El traslado en agosto pasado de Nápoles a Roma de la investigación sobre las supuestas plusvalías ficticias en torno a la compra de Osimhen se debe a que fue en la capital italiana donde se aprobó el presupuesto para la operación.
El delantero nigeriano le costó al club napolitano 71,25 millones de euros, pero el Nápoles pagó directamente sólo 50, mientras que la fiscalía investiga la valoración de 21,25 millones de cuatro jugadores, el portero Karnezis y tres jóvenes (Liguori, Manzi y Palmieri), como contrapartida técnica, que nunca llegaron a jugar en el Lille, según las mismas fuentes.