El pasado 20 de enero, ocurrió un nuevo episodio de racismo en el fútbol. Durante el partido entre Udinese y AC Milán, Mike Maignan, el guardameta rossoneri, se marchó a los vestuarios a la media hora de encuentro por insultos racistas procedentes de la grada local.
El portero, junto al resto de sus compañeros, abandonó el campo durante cuatro minutos. Después de que tanto jugadores locales como visitantes le pidiesen explicaciones a la afición, los futbolistas del Milán volvieron al terreno de juego para reanudar el partido.
Esta mañana se ha dado a conocer la sanción de la competición al Udinese. El club de la ciudad de Údine ha sido castigado con un partido a puerta cerrada debido a los insultos racistas al portero del Milán. Este partido corresponde a la jornada 23 de la Serie A, ante el Monza, el próximo 3 de febrero.
La colaboración del club en la búsqueda de los responsables de dichas ofensas ha hecho que la sanción para la entidad sea menor, y es que Udinese ha expulsado de por vida a los aficionados que insultaron al portero francés.
"Un Daspo (sanción policial de prohibición de acceso) tiene una duración limitada, pero el club puede decidir excluir a un aficionado de un estadio durante más tiempo. Trabajaremos para excluirlos del estadio de por vida", declaró Franco Collavino, director general del club, en el programa televisivo 'Rai Minuto 90'.
Además, Alberto Felice De Toni, alcalde de Údine, habló sobre el portero del Milán, ofreciéndole la ciudadanía honorífica de la ciudad. "Le he invitado personalmente. Nuestra ciudad es de todos, no es racista y tiene una larga historia de acogida. Queremos demostrarle cercanía y el abrazo simbólico de toda Udine y de los friulani", comentó.