Algo más que tres puntos en juego

{mosimage}El Deportivo de la Coruña-Sevilla que debe disputarse esta noche en Riazor viene especialmente condicionado por los rumores de ultimátum a Jiménez y la posible llegada de Laudrup. Los tres puntos en juego no son simplemente importantes para el técnico, son la vida. En apenas cuatro días va a dirimir su futuro más inmediato. Se trata de un rival difícil que atraviesa un buen momento de forma, pero que en ningún caso tiene mejor once o mayor profundidad de plantilla a pesar de que al entrenador sevillista le haya dado por quejarse de la capacidad para hacer rotaciones que tienen los gallegos. El ambiente no es por lo tanto el ideal, pero siempre estarán Luis Fabiano y Kanouté para hacer que todo esto pase a un segundo plano cuando el balón eche a rodar. De la capacidad de autogestión de los cracks sevillistas dependerá buena parte del éxito en el asalto al fortín en que el Deportivo de la Coruña está convirtiendo el Estadio Municipal de Riazor.Para esta empresa, los sevillistas no podrán contar ni con Duscher ni con Fazio, lo que resta capacidad defensiva al centro del campo. Romaric y Renato, después del mal partido de Maresca en la Copa, podrían formar el támdem en la manija. Se espera la vuelta de Adriano y que repitan arriba Luis Fabiano y Kanouté, aunque el abanico de posiblidades sea más amplio a pesar de las bajas. Mientras, en el conjunto gallego Lotina jugará, a diferencia de la Copa, con los titulares. Guardado, Lafita, el inspirado Bodipo y hasta ocho futbolistas en total que no estuvieron el miércoles en el Pizjuán, podrían formar sobre el rectángulo de juego. Los deportivistas jugarán además con el aliciente de saber que pueden superar a sus rivales en la tabla e incluso soñar con la Liga de Campeones.