Tanto tropezar no puede ser casualidad (1-1)

Es complicado saber lo que le pasa al Sevilla. Una vez más, y ante un conjunto presumiblemente muy inferior, los de Jiménez saltaron al terreno de juego desenchufados, lentos, espesos y lo pagaron caro. El Valladolid se hizo dueño del medio campo en la primera parte, imprimió al juego un ritmo cansino y atascó a los de Nervión. Inoperantes, los locales se dedicaron a darle el balón al rival y a defenderse. Fue así como poco a poco los de Mendilíbar se fueron creciendo y comenzaron a creer en que se puede ganar en el Sánchez Pizjuán. Diego Costa fabricó un centro prodigioso que remató Manucho a gol para sembrar la incertidumbre en el estadio y para provocar que se oyeran los primeros pitos de la temporada. La cosa pintaba fea, pero entonces tuvo lugar la jugada que cambiaría el choque. Borja se lanzó a por Perotti dejando olvidado el balón y Pérez Burrull, algo riguroso, mandó al mediocampista al túnel de vestuarios con roja directa en el 39. Además, Navas se fabricó un regate en el área ante un muy torpe Marcos que supuso el empate que luego transformaría Luis Fabiano. La fortuna se le apareció a un Sevilla muy gris al que le restaba la segunda parte por delante. 

Fue tras el pitido del árbitro cuando el equipo se lanzó por el partido, aunque eso sí con el peligro de las dos ocasiones que disfrutaron Nauzet y Canobbio. Ya por entonces Romaric y Konko habían sentado a Lolo y Squillaci. Ocasiones hubo de sobra para llevarse los tres puntos. Luis Fabiano, de cabeza, Perotti en una jugada imposible que terminó fuera, y, sobre todo, Arouna Koné dejaron escapar vivo a los pucelanos. Lo del costamarfileño no tuvo nombre. Dos mano a mano contra Justo Villar que desaprovechó de forma escandalosa. En la primera opción tiró horrible y en la segunda se la arrebató el meta de los pies. En definitiva, otros dos puntos que vuelan del Sánchez Pizjuán ante un enemigo asequible y una racha negativa que hace que el sueño de pelear por la Liga parezca una quimera. Destacable también en lo negativo otro partido malo de Negredo, que no es ni la sombra del futbolista que llegó.