En el mano a mano, resuelve Ruyales a favor del Sevilla. Minutos más tarde volvería a tener su opción a la contra Roldán, pero cruzaría en exceso y su disparo se marcharía fuera rozando el palo. El Atlético Ciudad empujaba con más fuerza en la segunda mitad. Diego mueve el banquillo y, además de Nene, Adri refresca el centro del campo y Rodri tendría sus minutos para buscar un gol de oro. Los minutos pasaban y las ocasiones sevillistas no llegaban. Por el otro lado, aunque sin excesivo peligro, seguían los disparos del Atlético Ciudad sobre Mario Ruyales. Estaba claro que los delanteros murcianos se encontraban más cómodos jugando con la pelota siempre en el aire y los balones en largo. Al filial le duraba poquísimo el balón en su poder, por lo que cada vez era más complicado pensar en la victoria. A pesar de eso, la mejor ocasión del Sevilla Atlético llegaría a falta de cuatro minutos para el final. La tuvo Rodri, que estaba algo escorado, pero cruzó demasiado. Así llegaríamos al final, sin que se moviese el marcador inicial.