Cuestión de ánimos

Permítannos empezar esta previa ante el Rangers con unas sabias, a nuestro juicio, palabras de Lotina, entrenador del Deportivo. "Es lógico que tras caer ante el Barcelona tengamos un bajón". La teoría del buen técnico del conjunto gallego le vale al Sevilla, de hecho la está sufriendo. El fútbol es cuestión de calidad, de números y de ánimo. Y el Sevilla en estos momentos lo tiene alicaído. Acumula tres partidos sin ganar ante equipos inferiores, Unirea, Málaga y Valladolid, cada semana que pasa cuenta con un nuevo lesionado y el estado de euforia en el que parecía vivir el sevillismo ha descendido. Por eso, el partido de esta noche ante el Rangers es más que los 800.000 euros que puede otorgar la victoria y más que el primer puesto del grupo, que ya tiene prácticamente asegurado el conjunto de Jiménez (vale un punto ante los escoceses o que el Unirea no gane). Es recuperar la alegría de la victoria y, de paso, si puede ser, a algún jugador, como Negredo, Koné o Romaric, con bajones de rendimiento, con diferentes espacios de tiempo, eso sí. 
El Sevilla debe intentar ganar hoy, y si es posible golear, por sí mismo, más allá del resto de necesidades. Sin Luis Fabiano, Escudé, Squillaci, Adriano o Sergio Sánchez debe demostrar la validez de los repuestos. Esas son las bajas que contrarían. Con las de Acosta, Fazio, De Mul y Chevantón ya se contaba, y si con ellas no se contó, mal hecho, porque eran previstas. 
Tiene rival enfrente propicio para ello. Un Rangers sin posibilidades y en plena crisis económica. 
Ganar, mejorar, marcar y esperar rival para febrero.