El de Marchena mientras tanto sigue fiel a su personalidad, y actualmente prefiere abstraerse de debates disfrutando con su familia an la Aldea del Rocío. "¿Que los futbolistas quieren que me quede? Bueno, eso es una muestra de cariño muy grande, pero hay que esperar. Ahora mismo hay que estar tranquilo". De hecho, el técnico se siente principalmente tranquilo por haber respondido a la confianza depositada en él: "Yo lo que tenía que hacer ya lo he hecho. Ahora, por mucho que piense, no puedo hacer nada más. No está en mi mano el continuar o no. Lo que sí tengo es la conciencia tranquila. Cuando tomé el cargo como entrenador sabía que los futbolistas no me iban a fallar. Y por eso estoy tan orgulloso de ellos...". Veremos si continúa en primer plano, o vuelve a descender al anonimato del cuerpo técnico.