La afición del Sevilla ha mostrado su descontento esta noche del jueves en el Sánchez Pizjuán. El equipo de Álvarez no gana en casa de la infructuosa victoria ante el Barcelona en el primer partido oficial de la temporada. Desde entonces, chascos y más chascos, sobre todo con el Sporting de Braba, pero también con el Deportivo y esta vez, con el liderato al alcance, ante el Racing. Es la primera gran bronca que sufre Antonio Álvarez, la primera pañolada en su honor, pero también el disgusto va más allá. La salida de Cigarini dividió a la grada, pitos, y algún aplauso, y el descontento con el rendimiento de algunos fichajes es evidente.
De momento el Sevilla es válido fuera de casa, pero ante su público la imagen cae, empobrecida, y los resultados no acompañan. Por ahora la fórmula de Antonio Álvarez sólo vale lejos de casa. Y ya lo dijo Del Nido. "Para estar en los puestos altos hay que hacerse fuerte como local". Mal camino lleva su Sevilla entonces.