RCD Espanyol | 2 | 3 | Sevilla FC |
RCD ESPANYOL: Cristian Álvarez; Galán, Amat, Raúl Rodríguez, Chica; Javi López, Verdú (De la Peña, m.78); Luis García, Álvaro (Callejón, m.67), Iván Alonso (R.Fonte, m.56) y Osvaldo.
SEVILLA FC: Javi Varas; Cáceres, S.Sánchez, Escudé, Dabo; Alfaro, Romaric, Medel (Fazio, m.89), Luis Alberto (Renato, m.71); Kanouté y Negredo.
Pensará más de uno, no sin razón, que todas las malas temporadas podrían ser como esta. Quintos y semifinalistas de copa. El problema es que el listón está tan alto, que el Sevilla no se podía permitir quedar tan lejos del Valencia y el Villarreal. Y está tan lejos por errores como los que le han podido costar el partido con el Español. Ante los pericos, preocupados en la grada y en el banquillo por todo menos por el partido en sí, el propio Sevilla se ha encargado de fabricar tres golazos y de regalar media docena de ocasiones en acciones de patio de colegio. Apunto han estado de costarle jugar una eliminatoria europea extra antes de tiempo.
Ni siquiera habían roto a sudar los futbolistas del Espanyol cuando el Sevilla pegaba el primer zarpazo. En la primera jugada con cierto sentido del partido, Alfaro le daba el balón a Negredo quien, ni corto ni perezoso, enganchaba un espectacular disparo de veinte metros con la pierna derecha. Ni que decir tiene que la metía en la escuadra de la meta españolista. Cuando el balón era suyo el Sevilla jugaba con mucho sentido, pero atrás sufría. La defensa estaba a años luz del ataque, especialmente inspirado en el juego de toque con Luis Alberto en el once incial. Osvaldo, Iván Alonso y Álvaro tuvieron sus ocasiones, pero fue Kanouté, aprovechando el primer detallazo en la élite de Luis Alberto, el que marcó a puerta vacía. El chaval había hecho una pared con Romaric, se había marchado del lateral y le había regalado un gol sin portero al de Mali.
Con el 0-2 en el descanso cualquiera habría cerrado el partido, pero no este Sevilla con el recuerdo de Pamplona tan presente. En el 54, un fallo en la marca de Sergio Sánchez servía para que Osvaldo fusilase a Varas y llegasen los nervios, pero para fusil el de Negredo. El de Vallecas marcaba un golazo para hacer el 1-3. Pero otra vez se acercaría el Espanyol. Pérdida de balón de Medel, otra vez mala marca de Sánchez y gol de Verdú a pase de Osvaldo. Afortunadamente para el Sevilla, entre la pitada a Callejón, el homenaje a De la Peña y varios parones en el juego, el partido languideció sin que ocurriese nada grave para los intereses nervionenses que ahora pasan por rearmarse y volver a hacer un nuevo proyecto ganador.