El choque llegó al descanso igualado tras un gol de penalti del Guadalajara y el empate de Salva. Todo discurría más o menos dentro de la normalidad, pero el inicio de la segunda parte fue fatídico. La debilidad del equipo hispalense a balón parado fue clave y los de Guadalajara fueron acumulando goles mientras el filial andaba noqueado. Para colmo, ya con 4-1, cuando el Sevilla Atlético parecía que despertaba, el árbitro expulsó injustamente a Samuel en una acción totalmente neutra.
De ahí al final, un Sevilla Atlético impotente no pudo hacer un gol que matizara el resultado y que diera más opciones para la vuelta. Si el conjunto canterano quiere soñar con la división de plata tendrá que recurrir a la épica. Como mínimo, una victoria por 3-0.