Además ante el Valencia salieron a la luz bastantes más virtudes, que se pudieron ver incluso con diez y nueve jugadores. Solidaridad entre líneas, un Spahic enorme, con un Fernando Navarro crecido, con un Escudé en mejoría a pesar de su expulsión y con un Cáceres más centrado, como lateral y central. Incluso Coke, cambio tras la expulsión de Escudé, salió entonado y con acciones de mérito.
Pero no solo la defensa, el centro del campo también se ha comprometido con la retaguardia en todo momento y los resultados comienzan a estar ahí, al menos en el balance defensivo. De momento el Sevilla gana por la mínima, pero encajando poco. Tres goles en cinco partidos, una notable mejoría en la media de la campaña pasada.