Javi Varas, tras los pasos de Palop y Notario

El Sevilla ha acumulado ya cuatro partidos consecutivos sin encajar goles, dejando su portería a cero, algo poco habitual en las últimas temporadas en el equipo nervionense, poco habitual en las dos últimas, para ser más concretos. La seguridad defensiva del conjunto sevillista ha convertido a Javi Varas hasta el momento en el portero menos goleado de la Liga junto a Munúa, del Levante, con tres tantos en seis jornadas, a una media de 0,5 tantos por encuentro.

Pues bien, el meta canterano acumula ya esos cuatro partidos sin recibir ningún gol, lo que en total suma 409 minutos sin encajar un tanto, el último fue de Marco Ruben, del Villarreal. Varas quiere seguir aumentando esos registros, que en cualquier caso aún quedan algo lejanos de los que llegó a ostentar Andrés Palop e incluso Antonio Notario, en la época de Caparrós. Porque el valenciano, por ejemplo, puede presumir de haber logrado el récord de imbatibilidad en el Sevilla (el 15º mejor registro de la historia de la Liga española) con 639 minutos sin recibir tanto alguno. Fue en la temporada 2005/06, de la jornada séptima a la 14ª de la Liga (no fueron partidos consecutivos porque no jugó en la novena), un récord con el que acabó Diego Tristán con su gol para el Deportivo, pero antes había mantenido la portería a cero ante el Athletic, el Alavés, el Valencia, el Atlético, el Betis y el Zaragoza.
El mismo Palop, ya en la temporada 2008/09, con Jiménez en el banquillo, acumuló también 510 minutos sin recibir goles, ante el Betis, el Español, el Atlético de Madrid, el Athletic y el Almería.
Por detrás también está Antonio Notario, que sumó 503 minutos en la temporada 2001/02, de la jornada 13 a la 19, con Caparrós en el banquillo, y Paco Buyo, que llegó a tener 446 minutos su portería imbatida.
Como curiosidad, cabe recordar que el récord absoluto de imbatibilidad en la Liga lo ostenta Abel Resino, con el Atlético de Madrid y la espectacular cifra de 1.275 minutos en la temporada 1990/91, ni más ni menos que 14 encuentros sin recoger el balón de su portería.