Míchel, obligado a retocar cada línea en busca de una proeza en Madrid

El Domingo de Feria al mediodía el Sevilla visita uno de los campos más difíciles, el Santiago Bernabéu. Busca la hazaña que supone siempre vencer en el feudo madridista, consciente de la dificultad del duelo pero con la necesidad de disputarlo sin medias tintas.

En la lucha por Europa, tras la debacle de Getafe y el tropiezo frente al Levante, el conjunto nervionense es de los más rezagados. Tiene menos margen de error que el resto y dar la campanada en Madrid supondría una inyección no sólo de moral sino también estadística, pues son tres puntos que, a la hora de hacer cábalas, muchos no se detienen ni a plantear como posibles.
Al margen de lo teórico, de lo complicado que es sorprender en Chamartín, tiene Míchel el inconveniente añadido de las bajas. El técnico tendrá que reinventar un once, puesto que a las ausencias ya conocidas de antemano se sumaron, tras el choque contra el Levante, tres más: Escudé, por lesión, y Medel y Manu del Moral, por sanción.
Esto hace que Míchel se vea obligado a retocar cada línea del equipo para visitar al virtual campeón de la Liga. En la portería, Palop sigue siendo duda y Javi Varas podría conservar su sitio. En defensa, además de Escudé, Spahic lleva unas semanas sin jugar y Juan Cala acabó con molestias el último partido. En el mediocampo, habrá casting para elegir un sustituto de Medel. Y en el ataque, debido a la baja de Manu, también habrá modificaciones.
A la complejidad que conlleva preparar un choque ante el Real Madrid hay que añadir, por todo esto, la tarea extra que supone reinventar un once mermado y alterado a la fuerza.