La visita a Cornellá-El Prat en esta última jornada liguera nada tiene que ver con el estreno del malogrado técnico asturiano, destituido en febrero. Sólo se repite el calor que, similar al de la pretemporada, acompaña a los futbolistas en su camino desde Sevilla a Barcelona, en estos días de verano anticipado. El proyecto murió. Fue ilusionante la manita con la que el conjunto sevillista hizo soñar a Nervión, un 5-0 en el que actuaron como goleadores Rodri, Del Moral y Kanouté. Hoy, la ilusión ha desaparecido, pues el Sevilla visita a los periquitos sin jugarse absolutamente nada. La honrilla, podría decirse.
El Sevilla podría no jugarse nada por haber tenido los deberes hechos. Pero la situación es otra, opuesta: no hay nada en juego porque todo está perdido. No competir es un drama para un Sevilla ambicioso y para los sevillistas, acostumbrados a éxitos constantes en los últimos años. El objetivo ahora es devolver al grupo el carácter que esta campaña no ha mostrado. Y la cabeza no está en Cornellá, sino que el pensamiento está fijado en Míchel, en si será el encargado de reflotar la nave desde el banquillo o si, por el contrario, la directiva del club ha perdido su confianza en el madrileño.
Lo que ocurra sobre el césped del estadio del Español, deportivamente hablando, no tiene demasiado interés. Será el último partido oficial con el Sevilla del querido Frederic Kanouté, que afortunadamente pudo despedirse de su afición ante el Rayo Vallecano. Y podría ser también el último encuentro como sevillista del capitán Andrés Palop. Sus adioses llevan implícitos un remarcado sabor a final de ciclo. Otros, los que pretenden formar parte de los tiempos venideros, sí que tienen cosas que demostrar y, por ello, se toman la visita a Barcelona en serio. "Yo me estoy jugando mucho", dice Juan Cala, ya que desea convencer a todos después de un titubeante regreso de tierras griegas. Para Coke, por ejemplo, cualquier minuto es válido, aprovechable, en su intento de decirle a todos que están confundidos, que no es tan mal lateral como aparenta.
Otros como Álvaro Negredo, que regresa después de cumplir sanción, saltarán al césped pensando más allá del Sevilla. El delantero se juega un puesto en la Selección Española para la Eurocopa, y no puede defraudar a Vicente del Bosque. Por lo demás, como el fútbol en sí poco importa porque el Sevilla, a base de tropiezos, se ha encargado de que así sea en esta jornada final de Liga, apenas es significativa la ausencia obligada de Piotr Trochowski por lesión o la del sancionado Gary Medel. Más interesa ver si alguien, ante la baja del pivote chileno, reacciona y se encarga de poner brío en el mediocampo.
En el Español tampoco andan las cosas tranquilas. La afición está de uñas con el equipo, que después de estar implicado durante buena parte del curso en la lucha por los puestos europeos dio un inexplicable bajón que le ha llevado a estar peor clasificado que el Sevilla, con cuatro puntos menos. Por tanto, los de Mauricio Pochettino piensan también en sus vacaciones y jugarán sin el exbético Sergio García, con molestias físicas, ni Cristian Gómez, que se ha reincorporado al filial blanquiazul. Tampoco podrá estar Ndri Romaric, por la cláusula que le impide enfrentarse al Sevilla. Otro caso que debe resolver la entidad hispalense, puesto que al marfileño le queda un año de contrato en Nervión y no seguirá cedido en Barcelona.
Sin duda, un reflejo de lo que es este partido sin motivaciones, pues la mente está más en contratos y negociaciones que en el terreno de juego. Decir adiós a esta nefasta temporada, no obstante, será una especie de regalo para el Sevilla.
Alineaciones probables:
RCD Español: C. Álvarez; J. López, R. Rodríguez, H. Moreno, Dídac; Baena, Forlín; Weiss, Verdú, Coutinho; y Á. Vázquez.
Suplentes: Casilla; Amat, Rui Fonte, Galán, V. Sánchez, K. Uche, Pandiani.
Sevilla FC: Palop; Coke, Cala, Fazio, F. Navarro; J. Navas, Deivid, Rakitic, Reyes; Babá y Negredo.
Suplentes: J. Varas; Luna, Campaña, Perotti, Guarente, Del Moral, Kanouté.