Pero lo cierto es que esta temporada, el equipo de Míchel suele dejar un buen sabor en el paladar de sus seguidores, y no solo por los resultados.
El conjunto nervionense, para empezar, ha sumado en casa 13 de sus 18 puntos, más del doble que fuera. Y ha marcado 13 goles ante los suyos, por cinco tan solo a domicilio. Ha sumado cuatro victorias, un empate y una derrota, y esa derrota fue ante el Barcelona, líder invicto de la Liga, y con una clara incidencia arbitral.
En Nervión, además, ha hecho sus mejores partidos con diferencia, ante el Real Madrid, ante el Betis y ante el Barcelona, a pesar de la derrota.
En Nervión, además, y al margen de los resultados, es donde se ha visto realmente al Sevilla que quiere Míchel. Agresivo, presionante, intenso, concentrado, fuerte, efectivo.
Por todo ello, el inicio liguero de este Sevilla como local solo es superado por el todopoderoso Sevilla de la temporada 2006/07 (seis victorias en seis partidos) y por el de la 2004/05, con Caparrós (cinco triunfos, un empate).
En cuanto a goles como local a estas alturas, los equipos de los cursos 2006/07 y 2007/08 lo superaban (15), pero para encontrar otro que supere los 13 goles actuales hay que remontarse a la temporada 1983/84 (también 15).
En resumen, el Sevilla de Míchel en el Sánchez Pizjuán es sólido por ahora, y si quiere dar ese salto de nivel tiene que mejorar a domicilio, claro está.