La "plena libertad" de Reyes

El indiscutible protagonista positivo del Sevilla-Betis fue José Antonio Reyes. Abrió el marcador a los diecisiete segundos —el gol más rápido en un derbi sevillano—, hizo otro más y asistió a Fazio. Completó un partido redondo y Nervión se lo agradeció con una sonora ovación mientras dejaba el césped.

Aplausos cuando más falta le hacían, cuando la grada ya le daba por perdido. Un reconocimiento a su reacción, basada, como admite el propio futbolista, en la "plena libertad". Mucho se habla de lo especial que es el utrerano, de las formas en que algunos de sus entrenadores del pasado, como Quique Sánchez Flores, consiguieron sacar su versión mágica. La conclusión es que Reyes necesita sentirse importante dentro del equipo: si le desinhiben, traduce su calidad en rendimiento.
Míchel le conduce en esa dirección y antes del partido ante el Betis le concedió privilegios. "Creo que he cambiado en confianza. Me la está dando el entrenador. El otro día me dio plena libertad y eso fue importante. Delante de todo el equipo me dijo que jugara por donde quisiera. Eso es lo que me gusta, no ceñirme a un sitio concreto", dijo el de Utrera en el programa A balón parado, de la tele oficial del club.
"Sé que todos los domingos no voy a marcar, pero lo importante es coger una buena línea. Estoy a un nivel en el que quería encontrarme hace tiempo. Después de la lesión estuve mucho tiempo parado y me afectó en lo físico, pero eso hay que olvidarlo", añadió, antes de manifestar su desacuerdo con las críticas recibidas. "Duele que digan que un jugador no quiere volver a jugar o que sólo piensa en el dinero, como he llegado a escuchar. El futbolista lo que quiere es jugar y ser siempre el mejor. Ni antes era tan malo ni ahora tan bueno. Siempre soy el mismo y ahora no me puedo volver loco. Tengo que seguir siendo el mismo y confiando en mí".