Pero entonces llegó el encuentro ante el Valladolid, de la referida jornada 14 de Primera división. El equipo de Míchel recibe al Valladolid y el técnico madrileño, descontento con el brasileño, lo retira en el minuto 27, ya con 0-2 en el marcador, para dar entrada a Rabello.
Esa misma noche, Cicinho, enfadado, se niega a cenar con sus compañeros en el hotel de concentración, como tiene estipulado el club. Como consecuencia, Míchel lo castiga sin convocarlo para el partido ante el Español, al margen de la sanción de la entidad.
En Cornellá actúa Coke (en San Mamés cuando Cicinho fue baja jugó Cala), que debuta en la Liga haciendo un papel digno y dando la asistencia del 2-2 a Negredo. Míchel, por su parte, asegura que el asunto de Cicinho está cerrado, hablado, que no hay ningún problema con él. Pero el brasileño aguarda en el banquillo ante el Málaga y Coke repite titularidad. Y en la segunda parte, a la inversa, con 0-1 en el marcador, Míchel cambia de nuevo. Saca del campo a Coke y de nuevo coloca a Cicinho en su lugar en un cambio algo extraño y que tampoco dio resultado.
Luego, el Sevilla viaja a Anoeta, y de nuevo Míchel apuesta por Coke en detrimento de Cicinho, al que le achaca algún bajón de rendimiento. Pero el madrileño no está demasiado acertado y para colmo es expulsado.
Ahora, tras las navidades, y ante Osasuna, Míchel de nuevo tendrá que devolverle la confianza a Cicinho ante la sanción de Coke. Pero en cualquier caso el técnico sevillista parece haber perdido un fijo en las últimas jornadas y haber abierto un agujero de bajo rendimiento en el lateral derecho sevillista.