El extremo argentino corría en campo che cuando sintió un pinchazo y se echó la mano a la parte posterior del muslo. Los médicos le atendieron rápidamente, pero el bonaerense tuvo que dejar el campo. Habrá que esperar el parte médico del Sevilla, pero el calvario de lesiones y molestias, por leves que resulten algunas de ellas, no cesa, algo muy preocupante.
Míchel, en la rueda de prensa posterior al duelo en Mestalla, ha dicho que creen que se trata de una elongación, una nueva rotura de fibras, pero hay que esperar el resultado de los exámenes.