El gran salto hacia adelante (o no) de Julián
En principio, pasa a formar parte del primer plantel, a la espera de si el mercado invernal deja en estos últimos días algún guardameta más por Nervión o no.
El caso es que Julián, a día de hoy, se ha convertido en alternativa. Ya hizo la pretemporada con el primer equipo e incluso fue convocado al partido Rayo Vallecano-Sevilla de la primera vuelta de la Liga, tras ser sancionado Diego López. En cualquier caso, su salto al primer equipo no estaba previsto y se antoja prematuro, aunque las circunstancias mandan. De hecho, acaba contrato el próximo mes de junio y a falta de pocos meses no había movimientos en la entidad para renovarlo.
El granadino admira de Javi Varas su "seguridad bajo palos y sus reflejos", de Palop su "experiencia, seguridad y capacidad de mando". Pero Julián tiene personalidad y un perfil propio. Es un portero alto, de 1,95 metros y 91 kilos.
Dicen que en su momento el Barcelona preguntó por él para su filial, pero Julián quiere hacer carrera en el Sevilla y culminar su formación en el Sánchez Pizjuán, esa formación en la que tanto ha tenido que ver Mariano Pulido. "Mariano Pulido ha sido un entrenador que me ha enseñado que ser el mejor en otro equipo no te avala para ser titular en otro, pero como de todo en la vida se aprende; él me enseñó a hacerme fuerte en todos los aspectos", recuerda.
De momento, se abre un escenario nuevo para él. Ante el Granada estará en la lista de convocados y su concurso dependerá del estado de Palop. Más allá del 31 de enero quizás pueda labrarse un futuro en el Sevilla, o cerrarlo.