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Qué noche la de aquel día

Álvaro Ramírez

El Atlético de Madrid llega lanzado, en forma. Tiene un delantero, incluso dos, en una dinámica espectacular. Pelean, meten goles, luchan... Es uno de los mejores equipos del panorama actual, nacional e internacional. Es el claro favorito... hasta que aparece el Sevilla, hasta que el Sevilla baja a los colchoneros a la tierra. 19 de mayo de 2010, casi madrugada del 20. El grande fue el Sevilla.

Casi tres años después, otra vez en la Copa del Rey, el Atlético de Madrid se presenta en esta eliminatoria como el claro favorito. Ahora no hay un título en juego, pero casi. La pelea dilucidará quién pelea por él y quien se gana una plaza para Europa.
Otra vez el Atlético arrasa. En aquella noche de aquel día 19 de mayo aparecía el conjunto colchonero recién coronado por la UEFA como campeón. Aparecía con su Kun, con su Forlán, comparecía en el Camp Nou un equipo capaz de todo y dispuesto a arrollar a quien por delante se pusiera.
Pero aquel Sevilla, este Sevilla, el Sevilla, no se deja arrollar. Por muy mal momento que atraviese, por muy mal momento que viva, este equipo tiene en su ADN, sobre todo en el copero, gestos de competidor, de luchador maduro, de ganador. Esas poses, esas conductas, estas eliminatorias de la Copa delatan un equipo experimentado en estas lides, capaz de domar al más peligroso de los tigres o al más impetuoso de los rivales. Lo es el Atlético, vaya si lo es. Pero también es fiero el Sevilla, por idiosincrasia copera y por personalidad labrada en el siglo XXI a fuego vivo de título.
Esos argumentos de alma y arma blanca y roja tienen además cierto refrendo en los prolegómenos del gran partido de este jueves en el Calderón. No a la altura del Atlético, cuya trayectoria es casi impecable esta campaña, pero sí a una mayor escala que hace unas semanas. El Sevilla, con Unai Emery, ha levantado algo el vuelo. Los dos últimos partidos lo han henchido además de moral y empieza a forjar un sello. Por ahora a corto plazo, veremos si dura. Pero con él, al fin y al cabo, se presenta en el Calderón en esta semifinal de la Copa del Rey.
Tiene donde cimentar su fe el aficionado sevillista. Puede creer en que Negredo ha recuperado el olfato, en que Kondogbia empieza a cristalizar, puede creer en un nuevo Reyes o en el Navas de siempre. Y puede creer en que su equipo ha subido su listón de exigencia y va a buscar a los rivales más arriba, en que quiere hacer de la presión su arma, en que está mejor plantado en el campo. Y puede creer, si quiere, aunque con más dosis de fe, que su portería está resguardada a la perfección o con un canterano con ilusión o con un meta experimentado, aunque esté recién llegado. El caso es ilusionarse, y agarrarse a algunos motivos que ahora sí ofrece el equipo hispalense.
Con todo ello, la ilusión no debe alejar el crudo realismo. El de un Atlético, con o sin Falcao, que no ha entrado en la lista de convocados, en un excelente momento. Un Atlético con una marca propia, la que se ha ganado Simeone. Ese equipo que atosiga, abruma, cansa a los rivales en unos primeros minutos primorosos, y que luego sestea, elude y asesta golpes mortales a su oponente hasta matarlo en dos tiempos. Serán esos los que debe manejar el Sevilla, sobre todo la salida en tromba del Atlético en busca del gol. Se supone que el equipo nervionense intentará contrarrestar ese inicio buscando arriba a su rival, devolviéndole su propia medicina, pero será difícil. Tiene argumentos e intensidad el Atlético para contrarrestar todos los obstáculos que se le planteen.
Serán los problemas que tiene que estudiar Emery. Como los estudió Antonio Álvarez y todo el Sevilla para demostrar aquella noche de aquel día que el Sevilla es tan fiera como cualquier tigre y que no se deja domar por nadie.
 
Alineaciones probables:
Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Koke, Mario, Gabi, Arda; Adrián, Diego Costa.
Suplentes: Asenjo; Cata Díaz, Manquillo, Cebolla Rodríguez, Tiago, Saúl, Oliver. 

Sevilla FC: Beto; Cicinho, Fazio, Spahic, Fernando Navarro; Medel, Kondogbia; Jesús Navas, Rakitic, Reyes; Negredo.
Suplentes: Julián; Coke, Botía, Maduro, Hervás, Stevanovic, Manu del Moral, Babá.

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