Un ochomil de ocho puntos

Para referirse al duelo que este domingo, a las cinco de la tarde, sorprendentemente, el Sevilla tiene frente al Rayo Vallecano, en Nervión hablan abiertamente de final. Y bien mirado, tal vez lo sea.
 

"El Rayo sólo nos lleva ocho puntos. Este partido es ahora nuestra única final", decía hace unos días el presidente, José María del Nido. "Al Rayo hay que enfrentarse como si fuera el Madrid o la final de la Copa", insistió Unai Emery ayer. Y es que nadie en el club está por la labor de tirar la Liga por la borda, pese a lo difícil que resultará recuperar en esta segunda vuelta todo el terreno perdido.
Esa escalada que debe afrontar el Sevilla, separado ocho puntos de un Rayo cuya gran temporada sorprende (especialmente después de perder a hombres como Michu) y que marca la zona europea en estos momentos, es para los hispalenses, en términos alpinistas, un ochomil. En realidad, las esperanzas de conseguir el objetivo de Europa vía liguera aún se conservan. Sobre todo después de comprobar que el equipo ha reaccionado bien con el cambio en el banquillo. Pero no hay que olvidar que, a día de hoy, el descenso sigue estando más cerca que los puestos de privilegio. Algo que los hispalenses pueden cambiar hoy si vencen.
Lo de repetir tanto que el duelo con el Rayo es una final responde, en cierto modo, a una estrategia para que la mente del conjunto no esté en la vuelta de la semifinal copera, para la cual restan más de tres semanas. La intención es seguir creciendo en la Liga, continuar dando pasos para alcanzar esa regularidad que todos pretenden y de la que todos hablan, pero que nadie consigue.
La imagen del Sevilla, desde luego, ha mejorado. El grupo está mentalizado para competir y ahora la aspiración es que este aumento de intensidad no responda únicamente a la llegada de Emery sino que se convierta en filosofía de trabajo, en una forma rutinaria de afrontar los partidos. Desde la llegada del técnico vasco, el Sevilla ha conseguido ganar con solvencia sus dos encuentros en el Ramón Sánchez-Pizjuán (4-0 al Zaragoza y 3-0 al Granada); ahora, el plan pasa, como dijo el propio Emery al poco de aterrizar, por hacer de Nervión lo que era no hace tanto.
Desde luego, parece que puede vivirse una tarde preciosa de fútbol en el feudo sevillista. Una tarde, sí, por raro que suene. Porque hace casi un año que el Sevilla no juega a las cinco como local. El club ha puesto de su parte para conseguir un mejor ambiente haciendo más accesibles las entradas para este choque.
Emery puede contar con su equipo de gala. Salvo en la portería, donde debutará ante su nueva afición Beto, que dejó buenas sensaciones en su precipitado estreno en el Calderón, ya que Palop sigue con molestias musculares y es baja. Quizás vuelva a optar el preparador sevillista por reforzar la medular (en Madrid usó a Maduro en lugar de a Reyes) para ganarle la partida a un Rayo que, de la mano de Jémez, está preparado para tener el balón y ser protagonista con él. Pese a que le falta hoy Piti, que está realizando una sobresaliente campaña y es su máximo goleador, ausente por sanción. No obstante, los franjirrojos recuperan a Leo Baptistao.
Así pues, el Sevilla tiene en su mano la posibilidad de renovar sus ilusiones ligueras imponiéndose y recortando las distancias con el equipo que a día de hoy ocupa la última plaza que da derecho a disputar competición continental el próximo curso. Hay que aplazar la Copa, no queda otra. Emery sigue tomándole el pulso al plantel y, después del trabajo psicológico, toca ir desarrollando los conceptos tácticos. Para ello no hay más camino que la Liga.
 
Alineaciones probables
Sevilla FC: Beto; Cicinho, Fazio, Spahic, Fernando Navarro; Medel, Kondogbia; Navas, Rakitic, Reyes; y Negredo.
Suplentes: Julián; Coke, Botía, Maduro, Del Moral, Stevanovic y Babá.
Rayo Vallecano: Rubén; Tito, Gálvez, Amat, Casado; Javi Fuego, Trashorras; Lass, Chori Domínguez, José Carlos; y Delibasic.
Suplentes: Cobeño; Figueras, Adrián, Leo Baptistao, Arbilla, F. Vázquez y Nono.