Un Sevilla enganchado

Álvaro Ramírez IIIEl Sevilla sigue enganchado a la Liga y a sus posibilidades europeas tras superar cómodamente al Español en un gran y solvente partido de los de Emery. El equipo nervionense liquidó en la primera parte un encuentro que dominó de principio a fin ante un rival que venía con la vitola de correoso y que fue zarandeado a gusto de los nervionenses. La octava plaza momentánea ya es un hecho y el sueño europeo sigue vivo.

Para hacerlo realidad, eso sí, tendrá el equipo nervionense que dar un paso más, de forma obligada, fuera de casa. Pero en el Sánchez Pizjuán el trabajo lo hace bien el conjunto hispalense, incluso muy bien, como este domingo. El choque pareció un paseo para los andaluces, pero en realidad era una final donde ponía en juego sus aspiraciones. En ellas creyó mucho más el Sevilla que el Español desde el inicio y encontró premio.

Pero no solo por convicción ganó el conjunto de Emery. Ganó por fútbol y por entender perfectamente el partido. La primera parte de los sevillistas fue realmente buena. Y en ello tuvieron mucho que ver, entre otros, Perotti, en su vuelta a la titularidad, y Jesús Navas, que ofreció un gran nivel.
En general, todos los sevillistas dieron un buen nivel. Y además se mostraron comprometidos con el plan del entrenador. Los locales desarbolaron a los periquitos con superioridades por aquí y superioridades por allá. Acumulando más efectivos que el rival en zonas de influencia del juego y manejando perfectamente los espacios. Por ejemplo, Perotti y Navas se colaron e intercambiaron posiciones de banda a banda, de banda al centro, y viceversa. Ocupaban espacios porque Medel y Kondogbia guardaban bien las espaldas y casi se convertían en centrales. A su vez, los espacios que dejaban el argentino y el palaciego los venían a rellenar los laterales, muy ambiciosos e incisivos toda la tarde, tanto Coke, goleador además, como Alberto Moreno. Buen partido el suyo.
Y todo ello posibilitó que los nervionenses tuvieran siempre multitud de opciones a la hora de jugar la pelota, y que concentraran en banda o por el centro a varios jugadores (Rakitic se sumaba a las ayudas). Resultado, combinación, posesión y profundidad. Tanta que prácticamente los tres goles se consiguieron con llegadas por banda. El primero, cierto, con mucha fortuna, pues Capdevila se lo marcó en propia meta tras tocar Navas una pelota en el segundo palo.
El segundo fue de Coke tras pase del palaciego y el tercero de Negredo, que no faltó a su cita anotadora y metió un buen gol aprovechando el fallo de Casilla.
Certificó el encuentro con facilidad y superioridad el equipo hispalense y pudo hacer más tantos incluso. La tuvo Rakitic tras una buena diagonal de Navas y siguieron llegando ocasiones fruto de la mucha movilidad de los futbolistas de centro del campo hacia adelante.
En la segunda parte la tónica del encuentro fue similar e incluso comenzó con otra clara ocasión local, de Rakitic, que de tener problemas de tobillo pasar a controlar el tempo del encuentro. La superioridad nervionense seguía siendo manifiesta ante un Español poco agresivo, pero la intensidad bajó. Aflojaron los blancos, Kondogbia se lesionó y el partido entró en un discurso cómodo con repuntes de calidad, sobre todo de Navas, que volvió loco a Wakaso y a todo el que se le puso por delante. Incluso hubo minutos para un animoso Stevanovic y Cicinho.
El Sevilla se llevó merecidamente los puntos y conquista, al menos momentáneamente, la octava plaza, primer paso para seguir soñando con Europa, sea por la vía que sea. Si el equipo hispalense plasmara fuera (en Málaga o Pamplona) una porción de lo que es capaz de firmar como local tendrá opciones reales de alcanzar Europa. De momento, se ha enganchado de verdad a la pelea.