Hay demasiados jugadores pendientes de su futuro, pero el TAS abre una puerta a Europa que Emery no quiere cerrarse. Si la resolución es contraria a los intereses del Málaga, el Sevilla debe aprovecharlo, piensan no sin razón en el club. Por eso, el vasco ha programado tres entrenamientos seguidos, jueves, viernes y sábado a puerta cerrada. Piensa preparar sin observadores y con toda la tranquilidad del mundo, el asalto al feudo del Osasuna.