El alemán ha superado con su tesón una lesión cuya gravedad hizo peligrar su carrera. "No he pensado demasiado, porque estaba calentando y se veía que podía entrar y podía tener una oportunidad. Antes de entrar estuve muy orgulloso por lo que he pasado en el último año y agradecido por la confianza del míster. No tenía miedo, sólo alegría, porque si no juegas tu fútbol, tu amor, doce meses, y sales otra vez contra el mejor equipo del mundo… ¿Qué más puedes pedir? No tenía miedo a nada", indicó tras el encuentro.
"Tenía que trabajar muy fuerte para volver, porque las posibilidades de no volver eran grandes. He dado mucho y también quería ser un ejemplo para otros. La cabeza es lo más importante, si no estás positivo y abierto a las cosas, ha pasado una cosa pero ya está, no puedes tener miedo, estar triste, porque si no, no vas a volver. Al final yo decido porque es mi cuerpo y mi rodilla. Tenía mucha esperanza con esta operación, sabía que mi cuerpo podía recuperar bien y nadie podía decir mejor que yo, porque es mi cuerpo. Al final tenía razón y estoy orgulloso", añadió.
Sobre el partido y el encuentro también tuvo palabras: "El resultado es muy malo, porque al final pudimos empatar 2-2. Las cosas pasan, tenemos que seguir como jugamos, porque seguro que en el futuro vamos a ganar más partidos… Las cosas pasan, hemos hecho un buen trabajo, con 2-0 en contra hemos vuelto al 2-2, y duele un poco por perder, pero tenemos que quedarnos con lo buen que hemos hecho y seguir con esas sensaciones. Pudimos ganar, tuvimos ocasiones".