Defectos y virtudes del juego del Sevilla

El Sevilla ganó este domingo al Almería con un gol de Rakitic en el descuento. Un tanto que permite al equipo nervionense situarse en una zona más cómoda de la clasificación y enlazar una racha de cuatro encuentros sin perder entre la Liga y la Liga Europa, con tres triunfos (los tres en casa) y un empate, en Anoeta.

Con todo, el equipo hispalense sigue teniendo carencias en su juego, y también empieza a mostrar algunas mejoras (las menos), al menos individuales.
El centro del campo. Es uno de los debates instalados en el sevillismo, en cuanto a juego se refiere. Lo cierto es que sigue funcionando de forma deficiente, pero cabe preguntarse si el debate ya se centra en Rakitic, que ciertamente está jugando de cine como pivote, o en el sistema global.
El Sevilla sigue teniendo carencias en la medular. A veces los dos pivotes acuden a tapar huecos, o se incorporan al ataque, y la medular sufre y se vacía (lo ilustra perfectamente la captura tomada por ElDesmarque este domingo durante el partido). Pero cabe preguntarse por qué los dos pivotes, más allá de sus nombres y apellidos, acuden a tapar huecos en zonas del campo alejadas de su posición. Fue el caso de Iborra este domingo. El valenciano completó un buen partido, porque estuvo acertado en labores defensivas individuales, pero jugó al límite. Y en muchas ocasiones ocurría que tapaba zonas del campo alejadas de la medular, casi siempre porque el rival, el Almería, sorteaba con extrema facilidad la primera línea de presión, formada por los atacantes del Sevilla.
¿Es, pues, el problema jugar con dos pivotes, que uno de ellos sea Rakitic, o que mejore las prestaciones el equipo colectivamente, empezando por la primera línea de presión? ¿Saldrían tanto de posición Rakitic e Iborra si fuera el equipo más solidario, si jugara más junto? ¿Se evita la superioridad del rival en el ataque saliendo desde la medular a presionar a los 'manijeros' de los rivales, o es mejor esperar?
La defensa. Quizás estas preguntas, algo retóricas pero con posibles respuestas argumentadas en uno y otro sentido, se complementen con otras, como el estado de la defensa. Muchas veces, por los problemas antes argumentados, queda desprotegida y a merced de la superioridad local. Pero la zaga debe tener resortes también para responder a esas acometidas. Entre otras cosas, podría achicar los espacios que quedan vacíos por el escalonamiento en la presión. Pero quizás la defensa del Sevilla no esté preparada para avanzar metros y dejarlos a sus espaldas. No es fiable en velocidad, al menos por el centro. Tampoco es que maneje a la perfección la técnica del fuera de juego. Se vio ante el Almería en el 1-1. Cabe preguntarse si al menos algunas deficiencias del equipo se podrían paliar con una mejor consolidación de la zaga.
El Sevilla ha recibido ya 14 goles en la Liga, y solo los dos últimos clasificados, el Rayo y el Almería, han encajado más que los nervionenses. Es evidente que hay un problema defensivo en el equipo.
Soluciones. Claro que ante el panorama expuesto y la confirmada fragilidad sevillista se pueden plantear alternativas. Porque por ahora el potencial ofensivo del equipo no garantiza superar siempre al rival. Ajustadamente se consigue en ocasiones. Quizás si Marin se sumara en su máximo esplendor a las posibilidades ofensivas, si Jairo empezara a coger continuidad y regularizara sus buenos detalles, si Perotti, Trochowski y Bacca empiezan a 'sumarse a la fiesta' y Gameiro continúa con su buen tono, quizás de esta forma el Sevilla pudiera permitirse ser frágil atrás, porque arriba sería demoledor, pero a día de hoy la balanza da un resultado discreto (13 goles a favor en la Liga, 14 en contra en la Liga). O sube el nivel goleador, que no es malo, o mejora el rendimiento defensivo, que es pésimo.
En el aspecto defensivo la mejora puede pasar por fortalecer el rendimiento defensivo, sumando un jugador más para la causa en la medular, incluso jugando con un 4-3-3. También modificando la medular (¿sería posible un centro del campo con Iborra, Cristóforo, Rakitic y Jairo o Trochowski con Marin y Gameiro adelantados?). Quizás sea el camino más corto a una mejora inmediata mientras la defensa eleva sus prestaciones con tiempo y trabajo y efectivos, que anda castigada por las lesiones.
Los laterales, a más. Esa posibilidad de contar con un centro del campo más fornido, más reforzado, más interior, casa perfectamente con el rendimiento, mejorado, que están mostrando los laterales sevillistas en el aspecto ofensivo. Diogo Figueiras y Alberto Moreno, en los últimos encuentros, están mostrando una gran actividad ofensiva, compaginada al menos de forma cumplidora con la defensiva. Su largo recorrido, como quiere Emery, los está convirtiendo en soluciones y recursos de ataque de forma recurrente. Y están respondiendo. Su rendimiento va mejorando y cada vez ofrecen más prestaciones. Tanto que con la 'fórmula Emery' para los laterales Alberto ya es internacional.
Rotaciones. Se le achaca a Emery que su argumento del cansancio ante el Almería es responsabilidad suya. Pero, en realidad, con los números en la mano, cualquier ataque al técnico en este sentido es bastante vacío.
Para empezar, no repite onces. Ha utilizado ya a 27 jugadores en todas las competiciones, y eso teniendo en cuenta la plaga de lesiones sufridas (hasta 13 jugadores). Para este domingo contaba con 19 jugadores disponibles para una lista de 18. Varios de ellos recién salidos de lesiones.
¿Recuperación?. En juego aún no, está más que claro, aunque ante el Almería hubiera alguna fase acertada de juego en los primeros minutos, pero en puntos y tendencia de resultados, los números dicen lo contrario. El Sevilla llega a este paro de la competición tras enlazar en la Liga dos victorias y un empate, sumar siete puntos de nueve tras su mal inicio liguero. Y luego, está Europa.
Europa. Y en Europa poco se le puede reprochar al Sevilla. Seis victorias de seis, las eliminatorias superadas y la liguilla del grupo bastante encarrilada. Además, en la Liga Europa ha dado oportunidades a prácticamente todos los jugadores, incluidos los que menos cuentan. Es el caso de Varas, que se ha consolidado en este torneo por ahora. En esta rama de la temporada, todo son parabienes.
Fichajes. En todo este análisis se apunta directamente, para bien o para mal, a las decisiones o argumentos tácticos del entrenador. Pero quizás haya que empezar a detenerse también en los fichajes. Diogo empieza a despertar, caso parecido al de Pareja, en su caso frenado por las lesiones, Iborra o Cristóforo. Gameiro ya da el nivel que se presuponía, algo que debe pasar también con Bacca, más discreto, o Rusescu, inédito por su baja forma.
En cuanto al resto, muchos afectados por las lesiones, su rendimiento ha sido algo irregular. Han funcionado a ratos pero el equipo no ha sentido su mejora. Algo así pasa con Marin, que andaba desaparecido en los últimos encuentros, hasta que su jugada en el 2-1 ante el Almería lo rehabilitó. Los fichajes, al menos parte de ellos, deben empezar a mostrarse más, mejorar más y elevar el nivel del equipo. No todo va a ser mirar a la banda.