"Nos hemos adaptado al calendario, y era ahora cuando teníamos tres semanas libres. Quizás no es con la temperatura más deseable, pero ahora resembramos un césped de clima frío encima del cálido para acondicionarlo de cara al invierno. El problema con el clima de Andalucía, es que con el frío el césped se vuelve grisáceo, lo que no significa que esté muerto sino en letargo. Nosotros tenemos que tener un césped no solo con buenas características, sino también con vistosidad".
El propio Venegas admite que en estos momentos, tras estos trabajos, acometidos tras el partido ante el Almería, el campo no tiene buen aspecto visualmente. "Pero no debe haber problemas aunque lo vigilaremos como ser vivo que es. Ahora el césped de verano está en una fase de estrés total, ha decolorado y está amarillo, que es lo que pretendíamos para que la semilla nueva se imponga".