Porque el informe elaborado por la Policía Nacional tras el encuentro, que fue considerado de alto riesgo, señala claramente a los ultras del conjunto sevillista. Según recoge el diario Información de Alicante, el cuerpo de seguridad del estado intervino a la peña Biris drogas (marihuana, hachís, cocaína), además de navajas y bengalas, junto a otros elementos como pegatinas y anagramas antifascistas. Asimismo, también se requisó un contenedor de bebidas alcohólicas en botellas de vidrio.
La policía, además, reflejó que todos los ultras portaban entradas de 15 euros compradas en las taquillas del Ramón Sánchez Pizjuán, quejándose de que el club no diferenció entre aficionados ultras y no ultras. Por ello podría ser incluso sancionado por la Comisión Antiviolencia.
La policía, según esta información, indica que a los aficionados no ultras se le permitió acceder con banderas, bufandas y camisetas.
Además, en el Martínez Valero se produjeron desperfectos con la rotura de 15 butacas y aficionados del Elche se quejaron de lanzamiento de objetos.
No solo se incautaron objetos a los sevillistas, también a los radicales del Elche, la peña Jov Elx. Se requisaron pasquines, simbología antisevillista y elementos contundentes pertenecientes a vehículos.