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Con el Rayo remite la tormenta

Álvaro Ramírez IIIEl Sevilla ha logrado una sufrida victoria ante el Rayo Vallecano este domingo y rompe su nefasta racha de siete partidos sin ganar. El equipo nervionense ha vuelto a sumar los tres puntos cerca de dos meses después y consigue consolidar al menos su séptima plaza. Fue un triste partido en el que la escuadra nervionense apostó de forma arriesgada por un exceso pragmatismo y se llevó el triunfo merced a un tanto en jugada a balón parado de Coke, exrayista por cierto. 

Este triunfo frena la errática tendencia del Sevilla en las últimas jornadas, que había torpedeado la confianza del los futbolistas nervionenses y del entrenador, que salva de esta forma y al fin y al cabo un nueva situación harto complicada. Fue de nuevo la estrategia, la jugada a balón parado, la que decantó la balanza en un choque bastante feo, marcado por las pocas ocasiones de gol y por la falta del fútbol. La apuesta del entrenador sevillista fue claramente defensiva, intentó amarrar atrás al equipo y sorprender a la contra o en jugadas a balón parado. Y logró amarrar el equipo atrás y sacar partido de la estrategia. Nada, eso sí, de contras ni de fútbol. Otra cosa es que la fórmula ideada por el entrenador sea la ideal para enfrentarse al vicecolista. Para ello hay debate, pero no para que lo importante este domingo por la mañana era volver a ganar.

Crónica on-line
Árbitro
Delgado Ferreiro. Amarillas a Fazio (24'), Iborra (35' y 82'), Falqué (43'), Saúl (65'). Expulsión de Iborra (82')
Formaciones
Rayo Vallecano: Rubén, Tito, Saúl, Zé Castro, Rat, Baena (Adrián, m. 56), Trashorras, Falque, Lass, Bueno (Larrivey, m. 56) y Viera. 
Sevilla FC: Beto; Coke, Fazio, Pareja, Navarro, Carriço, Iborra, Jairo (Diogo, m. 72), Rakitic (Trochowski, m. 92), Alberto y Bacca (Gameiro, m. 77).
Goles
0-1, m. 57: Coke.
Incidencias
Vallecas.

Emery salió con un once con el que persistía en varios de sus empeños de las últimas jornadas, tales como darle la titularidad a Nico Pareja y colocar a Alberto Moreno en la banda izquierda. Además dio opción a un desaparecido últimamente Jairo. La idea del vasco, se suponía, era intentar sorprender a la contra al Rayo Vallecano. Tal planteamiento dispuso el entrenador, con un Sevilla esperando atrás, sin presencia ofensiva y que tenía poco la pelota (70%-30% en la primera mitad). Ciertamente, el equipo nervionense apenas sufrió atrás, no recibió ningún remate a puerta, pero tampoco creó peligro, salvo en alguna jugada a balón parado. No se impuso el Sevilla, no superó a su rival y el rival, además, tampoco podía con los hispalenses. El encuentro, pues, se convirtió en un auténtico tostón que no evitaban ni un fallón Rakitic, que comprometió a su equipo en varias acciones, ni un centro del campo bastante falto de ideas. La fórmula abusiva del equipo este domingo de amarillo era el balón largo y sorebevivía de las jugadas a balón parado y de la defensa (apenas recibió un remate a puerta en todo el partido).
Por todo ello, la primera mitad fue un auténtico tostón que mejoró algo en la segunda. Sin cambios, eso sí, que se hicieron esperar, la actitud del equipo fue algo diferente, dio un paso adelante y por momentos presionó más arriba y con más intensidad. Además, encontró el gol en una acción que se ha convertido en la bandera del técnico vasco, la jugada a balón parado y en la estrategia. Un balón botado por Rakitic y rematado por Coke significó un capital 0-1. 
El Sevilla, a raíz del gol, cogió confianza. Incluso tuvo más aproximaciones e incluso alguna ocasión clara que Rakitic desaprovechó de forma inexplicable. El Rayo también gozó de alguna ocasión, sobre todo una de Viera, la más clara de los madrileños.
Pero ciertamente, el partido continuó con una misma tónica. Apenas creaban ocasiones ni juego los dos equipos y el Sevilla ya iba con un tanto por delante. Se mostró fuerte y en los balones aéreos Fazio fue inabordable. Además, el mismo técnico reforzó esa tendencia del encuentro, amarrar ese 0-1 y no buscar el segundo. De ahí el cambio hombre por hombre en la delantera y la salida de Diogo por Jairo. Fortaleció su idea y el Rayo se aproximó, pero tampoco remató con peligro, salvo un disparo a media vuelta de Larrivey.
Así marchaba el partido cuando Delgado Ferreiro quiso asumir el protagonismo del encuentro expulsando a Iborra de forma un tanto inexplicable. Por perder tiempo supuestamente mostró la segunda amarilla a Iborra y dejó alrededor de diez minutos con un futbolista menos al Sevilla. Pese a todo, tampoco inquietó demasiado el Rayo al Sevilla, que acabó con sufrimiento el encuentro pero al menos sumando tres puntos que le dan la vida y aire a un equipo que ha transitado por una desafortunada indefinición y por los malos resultados durante varias jornadas. El segundo aspecto lo ha solventado el Sevilla en Vallecas, pues se reencontró con el triunfo. El primero aún queda por solucionar, conocer cuál es el plan general del conjunto hispalense, que al menos se posiciona y se reafirma en la séptima posición, europea por tanto.

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