La Real, más de arena que de cal en Sevilla
Es el sevillista un campo muy adverso para los donostiarras porque, aparte del 1-2 de la pasada campaña que a la postre fue decisivo en su clasificación para la Liga de Campeones, rara vez en las últimas temporadas vuelve con algo positivo.
En las siete últimas campañas en los que ambos conjuntos han coincidido en la Primera División, el Sevilla se ha impuesto en cinco de ellas y la estadística se completa con un empate y la victoria de la 2012/13.
Para buscar un triunfo anterior a éste hay que remontarse a esa maravillosa Real que logró, con el francés Raynald Denoueix en el banquillo, un 0-1 en la temporada 2002/03, una etapa en la que pocos equipos eran capaces de frenar la máquina de fútbol blanquiazul que llegó a discutir el título al Real Madrid hasta la última jornada.
El partido tiene muchos alicientes porque es una oportunidad única para los sevillistas de reengancharse a la lucha por Europa, pues cualquier resultado que no sea el triunfo les alejará de ese objetivo para el que los donostiarras están muy bien situados.
Emery tiene además pasado blanquiazul al haber sido jugador realista durante diez años en el fútbol base de Zubieta y uno en el primer equipo de la Real.
Su nombre sonó con fuerza a la hora de buscar un sustituto para Philippe Montanier al final de la pasada campaña pero finalmente la decisión de Emery fue marcharse a Sevilla y la Real tiene ya un sólido repuesto del galo con el ya indiscutible Jagoba Arrasate.