Porque realmente los sevillistas tuvieron la suerte de disfrutar de una noche mágica. Cánticos, el ya famoso 'échale huevos', tuvo su protagonismo, pero también un himno del Centenario cantado a capela por todos los seguidores que seguían en el estadio una vez acabado el encuentro como homenaje a sus jugadores.
Unos jugadores que también lo celebraron y lo disfrutaron. Un coro con los futbolistas, con un exultante Beto, que saldó sus cuentas pendientes con su exequipo), con un Unai Emery feliz como pocas veces en el Sevilla y en general con todo un equipo repleto de satisfacción y orgullo por el esfuerzo.