Porque un año después, en una ciudad británica, se encontró el sevillista en una húmeda grada viviendo lo soñado, reviviendo momentos que parecían irrepetibles y y a la vez conocidos. Momentos que, aun similares, fueron diferentes, diversos, y volvió el sevillista a sentir una alegría única, especial, esa que solo tienen al alcance de su corazón unos pocos aficionados al fútbol del mundo, un privilegio solo exclusivo de los bicampeones. Pero pensó el sevillista que aquellos momentos especiales, únicos, eran fruto de la ocasionalidad. Y hasta era común el pensamiento merodeador de la conciencia en blanco y rojo que apuntaba a algo irrepetible en la historia.
Pero hete aquí, sevillista, hete aquí en Turín, hete aquí en una nueva fiesta del fútbol y hete aquí en una nueva final. Quizás inesperada, quizás ni soñada allá por agosto, quizás sorpresiva, pero hete aquí sevillista, en una nueva cita con la historia.
No fue fruto de la casualidad ni de la causalidad, ni lo es ahora. El Sevilla se presenta hoy en el centro del mundo futbolístico porque se ha convertido en un grande de Europa, porque ha logrado convertir lo especial en habitual, camino de tradicional. Con otros nombres, con otros jugadores, con otro entrenador, hasta con otro presidente, el ADN sevillista ha mutado en ganador en el siglo XXI.
Alcanzar esta final de Turín supone para el equipo nervionense la confirmación del éxito, una confirmación histórica, al alcance de pocos clubes de fútbol en el mundo. Apenas tres, el Inter, el Liverpool y la Juventus, ahí es nada.
Pero si ya es un éxito alcanzarla, si ya es un éxito renovar los sueños del los sevillistas siete años después con su tercera final de la Liga Europa, la quinta continental, la verdadera plenitud es la conquista, y a eso han venido el Sevilla y los sevillistas a Turín, a conquistarla, a lograrla, a convertirse en el mandamás de este torneo a nivel histórico.
Y eso también va en el ADN sevillista del siglo XXI, en ese ADN ganador forjado en el Continente y con títulos. Una genética competitiva que ha provocado que el Sevilla haya ganado seis de sus siete finales recientes. Eindhoven, Glasgow, Mónaco, Madrid, otra vez Madrid y Barcelona. Solo una vez cayó, y por las razones ya conocidas, en 2007 ante el Milan y con la muerte de Puerta reciente.
El caso es que ese gen ganador, ese gen del Sevilla del siglo XXI que lo ha convertido en un grande de Europa, que ha permitido convertir en habitual lo especial, hace que el equipo nervionense se presente este miércoles en el Juventus Stadium con la confianza necesaria para ser de nuevo campeón, a pesar de no ser favorito, a pesar de su irregularidad en las últimas eliminatorias, a pesar de las bajas de última hora, a pesar de las dudas que haya podido generar en una temporada que ya es triunfal.
Ese gen ganador convierte al Sevilla en un rival temible, por mucho que se enfrente a uno de los históricos del Continente, a un Benfica campeón de Europa, a un Benfica con una poderosa historia a lomos de su águila. Ese gen ganador convierte al Sevilla en un equipo peligroso, capaz de todo en este torneo, y demostrado ha quedado en esta edición una vez más, y capaz de ofrecer su mejor versión cuando se requiere.
Atrás han quedado idas y vueltas, temores y miedos, el Sevilla está en la final, y llegado el punto es un rival temible.
No quiere decir eso que sea favorito, no. Pues hay que otorgarle su papel y su sitio a otro señor equipo como el Benfica, que a pesar de sus notables bajas (Markovic, Silvio, Salvio, Enzo Pérez y Fejsa no estarán entre sanciones y lesiones) llega a la final como campeón de su liga, como el equipo que eliminó al favorito al título, la Juventus, y como equipo con peso histórico, y también con su maldición, la de Bela Guttman, que hace 52 años predijo tras su despido que el equipo lisboeta no volvería a ganar una copa europea. Desde entonces Copas de Europa (1962-63, 1964-65, 1967-68, 1987-88 y 1989/90) y de la UEFA/Liga Europa (1982-83 y 2012-13) han pasado por delante de sus ojos sin poder tomarlas.
Pero más allá de esoterismos y maldiciones, más allá de favoritismos y rivales, el Sevilla tiene argumentos para traerse a la capital hispalense un nuevo título. Tiene a su gente, fundamental, que lo apoyará en las gradas, y tiene a sus futbolistas, algunos de tronío y que deben dar la cara en una noche como esta. Los grandes Rakitic, Bacca, M'Bia, Reyes... tienen que mostrar su mejor versión en la noche de las noches.
Un buen Sevilla, un gran Sevilla, puede controlar cualquier situación en el campo, se dé como se sé el partido. Y con un buen Sevilla quizás hasta puede dar igual la estrategia de Unai Emery, uno de los grandes artífices y responsables de que el Sevilla esté en Turín (pese a quien le pese), que está por ver si prefiere aguantar a su rival, posición en la que se encuentra cómodo el conjunto nervionense, o si por el contrario va a por él y reclama el balón.
Puede depender del nivel de sus futbolistas, de su nivel de acierto y físico incluso. Y en eso tienen mucho que decir Vitolo y Gameiro, dudas hasta última hora y con muchas papeletas de participación para el canario.
Más allá de esas dudas el once del Sevilla será previsible, el de gala si cabe. Pero uno más que fiable para volver a transmitir al sevillista, a ese que se morderá las uñas en Turín o en Sevilla, a ese que se las mordió en Eindhoven o en Glasgow, que aquellas vivencias fueron únicas, inigualable cada una de ellas, pero no irrepetible. Puede que vaya, ciertamente, en el ADN del Sevilla.
Alineaciones probables:
Sevilla FC: Beto; Coke, Pareja, Fazio, Alberto Moreno; Carriço, M'Bia; Reyes, Rakitic, Vitolo; Carlos Bacca.
Suplentes: Javi Varas; Fernando Navarro, Diogo, Iborra, Trochowski, Marin, Gameiro.
SL Benfica: Oblak; Pereira, Luisao, Garai, Siqueira; Gomes, Amorim, Sulejmani, Gaitán; Rodrigo, Lima.
Suplentes: Artur; Vitoria, Almeida, Jardel, Djuricic, Cavaleiro, Cardozo.
bético ni aunque nos metan 5 tendríais derecho a abrir la boquita esa llena de bilis y espuma que tenéis. Que sois la vergüenza de la ciudad, que el triaca o el calavera le hacen mas nombre a Sevilla que vosotros. Es que hay que ser realmente de paguita para meterse a estas alturas en un foro sevillista. No dan para más los porejitos
Tonguito, tonguito. Ten cuidado no vaya a estropearse la litrona de tanto enfriarla y después calentarse. Llevas asi desde que comenzo la EL, a lo mejor tendrás que volver a guardarla para la final de la SUPERCOPA DE EUROPA. Ahh y ten cuidado con no morderte la lengua, te puedes envenear.:D:D:D:D
Como no podía ser de otra forma, aunque soy bético, les deseo suerte. Aunque creo que no les faltará.
Hoy es el dia sevillistas, veo a la afición en Turin y que nadie se atreva a decirnos que no somos grandes. Vamos a por nuestra copa
con emery el cagueta no confio nada
¿Ya estais preparaos pa recibir cinco chicharitos en la final? Que verguenza de afision haciendo el ridículo hallá por donde va. Sois los payasos de la liga española. Ya tengo la botellona preparada para ir a celebrar con los colegas que el benfica es el campeon de la UEFA (LO ES DESDE QUE ELIMINÓ AL JUVENTUD Y AL VALENCIA LE ROBARON LA OTRA SEMIFINAL).
PUES A MI ME DA QUE SALIMOS COMO EN VALENCIA Y BILBAO. HAY GENTE COMO EL SR EMERY QUE TIENE UN PAVOR PATOLOGICO A ATACAR Y JUEGA A DEFENDER CON TODO Y SI SUENA LA FLAUTA PUES MEJOR. SEÑORES NOS ELIMINARON DE LA COPA DEL REY A LA PRIMERA, PODIAMOS HABER CAIDO PERFECTAMENTE CONTRA EL BETIS Y CONTRA EL VALENCIA EN LA EUROPA LEAGUE Y SOMOS QUINTOS O SEXTOS EN LIGA PORQUE POR PRESUPUESTO COMO MINIMO TENDRIAMOS QUE ESTAR AHI. QUE MERITOS TIENE ESTE ENTRENADOR TAN MIEDOSO. YO ESTABA EN MALAGA EN EL CAMPO DETRAS SUYA Y GANANDO 1 A 2 LES DECIA A LOS JUGADORES DE ATAQUE QUE NO SUBIERAN Y SE FUERAN PARA ATRAS.... Y AL FINAL 3 A 2. EN FIN QUE OJALA NO LE HUBIERAN RENOVADO. VENGA SEVILLA DANOS LA TERCERA AL EQUIPO GRANDE DE ANDALUCIA
¿Y qué haremos señor Emery? ¿Saldremos a verlas venir como en Bilbao o Valencia? ¿Diremos que ha sido culpa de estar pensando en no se qué? El Benfica no es nada de otro mundo. No es superior al Oporto. Está gafado con una maldición gitana. ¿Qué haremos señor Emery? ¿Saldremos como contra el Oporto en casa o como lo hizo fuera? Hoy es el día. O se gana y se sube al Olimpo de los éxitos, o se pierde y se queda uno en la inmensa medianía de la nada.
Un gran artículo, sí señor. Felicidades.