Rusescu, con cartel en su país

Dentro de la operación salida del Sevilla, hay un jugador que tiene claro que no va a continuar en el club. Se trata de Raúl Rusescu, que llegó a Nervión la temporada pasada procedente del Steaua de Bucarest por alrededor de dos millones de euros, y con el aval de haber sido el 'pichichi' de la liga rumana el curso anterior.Tras una insuficiente temporada con los sevillistas, en la que tuvo que irse cedido al Sporting de Braga en el mercado invernal, el punta busca destino, y parece que hay dos equipos que han mostrado un fuerte interés en hacerse con sus servicios, el propio Steaua y el Genclerbirligi turco. 

El Director Deportivo Monchi ha confirmado que buscan a un tercer delantero que complemente a Bacca y a Gameiro, por lo que las puertas de la continuidad parecen cerradas para Rusescu. En el Sevilla, sus problemas con el peso, y a posteriori, su baja forma y escasa adaptación al fútbol español le han impedido rendir al nivel que prometía. Tan sólo tres goles con los de Emery son un bagaje excesivamente pobre para apostar por su continuidad. Su rendimiento en Portugal durante la cesión ha sido diferente. En 20 partidos, el ariete logró ocho goles, pero su rendimiento fue bajando conforme avanzaban las jornadas, hasta el punto de que el Sporting de Braga declinó ejercer la opción de compra que contempló el Sevilla en su cesión.
En pleno mercado veraniego, y con las secretarías técnicas de los clubes que echan humo, comienzan a llegar las propuestas por Rusescu. En su país hablan de un fuerte interés del Steaua en recuperar a su antiguo delantero, aunque los problemas económicos de los de Bucarest dificultan esta operación. Y en Turquía, desde el día de ayer apuntan que el Genclerbirligi estaría incluso negociando con el Sevilla. Allí el delantero coincidiría con su compatriota Bogdan Stancu. Parece claro que el futuro de Raúl está lejos de Nervión.