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HNK Rijeka: cenicienta a domicilio, batallador en casa

José Miguel Carretero

Sin paños calientes, el Sevilla FC visita al rival más débil de su grupo y a uno de los más endebles de la competición de la Liga Europa. Si bien este HNK Rijeka pasaría apuros para mantenerse en la segunda división de la liga española, se vuelve un equipo tremendamente incómodo y combatiente cuando juega como local en su pintoresco estadio Kantrida. A orillas del Adriático, las debilidades técnicas y tácticas del equipo se camuflan con la entrega de sus futbolistas y el empuje de la afición croata que han hecho que equipos de ligas muy superiores hayan hincado la rodilla en la morada de los blanquiazules.

Por historia y palmarés, el Rijeka es el tercer club de Croacia, por detrás del mítico Hadjuk Split y sobre todo del dominador Dinamo de Zagreb. Otro día contaremos los inicios futbolísticos de la ciudad de Rijeka y cómo la influencia de un pasado italiano a principios del siglo XX marcó el devenir de su historia balompédica y aún hoy quedan vestigios de ello en aspectos socio-culturales de la vida de esta bonita ciudad de la costa dálmata. A día de hoy, el actual campeón de la Copa y de la Supercopa Croata, pelea por desbancar al potente Dinamo de Zagreb de la cima de la liga nacional. Cabe mencionar que el crecimiento que ha tenido el Rijeka en las últimas temporadas se sostiene sobre el músculo económico que aporta un magnate italiano que también es propietario del ya no tan modesto Spezia Calcio de la Serie B italiana (frecuentes son como en este verano traspasos del Rijeka al Spezia), pero realmente el HNK Rijeka no es un club creado de la nada a base de talonario ni mucho menos, es un histórico del fútbol croata con una fiel afición que es de las pocas que no pone por delante a uno de los dos grandes del país por encima del equipo de su ciudad (sobre todo esto sucede mucho con el Hadjuk Split en las ciudades litorales croatas, en Rijeka no ocurre y es una excepción en el país, de ahí el tremendo derbi que se vive cuando se enfrentan estos dos equipos).
Respecto al curso pasado, el club croata ha sufrido bajas de consideración, fundamentalmente la de su referencia en ataque, el delantero centro Leon Benko que ha emigrado al fútbol chino buscando un impulso económico cuando realmente reunía cualidades para buscar un impulso deportivo a su carrera. Se le une la salida del experimentado mediocentro Pokrivac en busca de mejoras salariales en el incipiente Kazajistán futbolístico. A ello hay que unir otras bajas de no tan alta consideración pero sí importantes para la estructura del equipo del año pasado como es la del lateral Boras rumbo al Dinamo de Zagreb. Si bien la salida de estos jugadores ha supuesto un golpe importante a la columna vertebral del equipo de la temporada anterior, también ha permitido que tengan más minutos y comiencen a destaparse otros jugadores con menos aportación el año pasado, como es el mediocentro Jugovic por el que debe pasar la elaboración y equilibrio del equipo, el joven Mocinic aportando a sus 21 años cada vez más minutos de calidad en la medular valiéndole para ser internacional ya con la selección absoluta croata, así como la sensación de la temporada el delantero Kramaric que aúna buenos movimientos y certero remate. Quedan del año pasado jugadores a tener en cuenta como el lateral-interior Tomecak muy peligroso en sus incorporaciones y los interiores Kvrzic y Sharbini que saben lo que hacer con la pelota. Para reforzar al equipo, este verano llegaron el lateral portugués Lima que lleva varias temporadas en la liga croata, el mediocentro Jajalo con experiencia en el fútbol alemán, el atacante argentino Scaglia y sobre todo mencionar la aportación que debe tener el centrocampista internacional esloveno Cvijanovic que en buen estado de forma debe marcar diferencias en esa parcela del campo.
Observamos un Rijeka totalmente distinto en su liga y fuera de ella, así como un Rijeka totalmente diferente jugando a domicilio que haciéndolo como local. Centrándonos en la competición europea, su estilo de juego no presenta una apuesta cerrada defensiva, entre otras cosas porque no tiene jugadores con alto nivel táctico para la élite, pero el ser habitualmente más débil que sus rivales le hace conceder metros, si bien es un equipo que sabe combinar y aprovechar los espacios fundamentalmente por bandas. Para competir en estas latitudes europeas posee un déficit crucial, el no dominar ninguna de las dos áreas, algo que le impide progresar a nivel internacional. En la liga local su nivel técnico por encima de la media y el excelente estado de forma del delantero Kramaric le valen para ocupar la segunda posición y amenazar claramente el liderato de la misma, pero Europa es otro cantar. Jugando en el Kantrida ningún equipo debe confiarse, cualquier error de concentración o falta de ímpetu en la pugna por el esférico suele costar bastante caro, el rendimiento de los locales se multiplica en su estadio ante su entregada afición, es por ello que ni siquiera el campeón de la competición debe relajarse lo más mínimo, por enorme que sea la diferencia cualitativa de los sevillistas respecto a los croatas, pero si todo discurre dentro de la normalidad los siguientes tres puntos deben estar asegurados para el equipo de Unai Emery.

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