Diego Pablo Simeone sigue con su película. El técnico del Atlético de Madrid, equipo al que hizo campeón de Liga la temporada pasada, insiste en que sus rivales en dicha competición no son ni el Real Madrid ni el Barcelona, sino el Sevilla y el Valencia, en una evidente y a la vez ilógica postura para evitar presión. Así, a pesar de la derrota sufrida este domingo ante la Real Sociedad, Simeone entiende que la jornada es positiva, pues tanto el equipo sevillista como el che empataron en sus respectivos encuentros.
Así, el técnico, al ser preguntado por la actuación arbitral, se fue por las ramas argumentando: "La verdad es que me voy contento porque es una jornada buena. Empató el Valencia, empató el Sevilla… La verdad es que no fue tan mala la derrota". Para Simeone, el partido fue "entretenido y muy intenso" en una primera mitad "cambiante" en la que el Atlético "empezó bien" hasta que reaccionó el equipo local y "encontró el empate". "A partir de ahí, la expulsión de Siqueira lo cambió todo. Nosotros respondimos bien, pero con el gol de ellos se acabó el partido", añadió.
A pesar de haber tenido la posibilidad de gastarse más de 100 millones de euros en fichajes, el entrenador colchonero persiste desde el verano en la idea de que la pelea del Atlético será tratar de alcanzar la tercera plaza. Ya en septiembre, Simeone aseguraba: "No me gusta mentir a la gente y una cosa está clara: no podemos competir con el Madrid y el Barcelona. Nuestros rivales son el Sevilla, Valencia y Athletic; el objetivo es el tercer puesto. Somos un nuevo equipo. El campeón es el Atlético, pero los jugadores no son los mismos. Estamos en una liga diferente que el Barça y el Madrid".