El Sevilla y el Beto tienen un asunto que aclarar. El portero luso acaba contrato en junio de 2015 y su futuro, a día de hoy, está en el aire. No tiene garantizada su continuidad pero tampoco hay que descartar su renovación. Pero, ¿en qué punto están en realidad las negocaciones? ¿las hay? ¿cuáles son las intenciones de ambas partes?
Pues en realidad las partes se lo están tomando con calma, mucha calma. De hecho, a día de hoy no hay prevista aún reunión alguna para tratar la renovación. No quiere decir que no la vaya a haber, pero sí deja claro que no hay urgencias, y quizás por de las dos partes. Tanto en el Sevilla como en el entorno del jugador han confirmado a este medio digital que por ahora afrontan este asunto con relativa calma, y de ahí que no haya fijada fecha para una reunión.
En el Sevilla aseguran que hay buena sintonía con el portero y que ambas partes tienen claras sus intenciones. Por el momento no hay urgencias y se deja pasar el tiempo, aunque sin fricción.
Por parte del portero, la visión de la coyuntura actual también está clara, aunque con ciertos matices. Entienden que a día de hoy la renovación está absolutamente parada y están abiertos a escuchar alternativas para el próximo mes de junio... sin descartar el mes de enero. Porque aunque a partir de junio de 2015 el meta quedaría libre y podría acogerse a un nuevo contrato suculento, no hay que descartar cantos de sirena invernales que puedan convencer al portero, eso sí, para ello necesitaría el permiso del Sevilla.
Lo que está claro es que a la hora de negociar una renovación o siquiera plantearla hay condiciones muy definidos por ambas partes, y si no hay coincidencia económica y deportiva pocos avances habrá. De ahí que el Sevilla, teniendo en cuenta además el futuro de Sergio Rico (también sin renovar) y Barbosa (no acaba de convencer), se plantee buscar nuevo portero, o porteros, para la próxima campaña.