El recuerdo de la eliminación copera a manos del Espanyol aún permanece en la retina de Unai Emery. El exceso de confianza fue perjudicial para el Sevilla FC, que caía apeado de la competición en cuartos de final pese a abordar a un rival ostensiblemente inferior en cuanto a nivel. Este jueves vuelve la Liga Europa, y los nervionenses reciben al Borussia Mönchengladbach en la ida de dieciseisavos de final. El técnico blanquirojo, consciente de la dificultad de la cita, ha elaborado un plan especial para su plantel con el objetivo de evitar un nuevo fiasco.
Para empezar, Unai no dará durante la semana ningún día de descanso a sus futbolistas hasta que llegue el enfrentamiento contra los teutones. El último día sin trabajo fue el domingo (jugó contra el Córdoba el sábado), y desde entonces, el plantel entrena sin pausa hasta el partido. Emery no quiere relajaciones y pretende por un lado tener enchufados a sus hombres, y por otro, recuperar el tono físico de algunos de los tocados, incluyendo a Gameiro y Tremoulinas, aunque en el caso de este último, se antoja complicado.
Por otro lado, el de Hondarribia ya ha elaborado sesiones de vídeos para mostrar a los jugadores los puntos fuertes y los flacos del Gladbach. El entrenamiento de este martes, por ejemplo, ha contado con la visualización en el vestuario de imágenes sobre los germanos, con trabajo preventivo en el gimnasio, y por último, con una sesión técnico-táctica sobre el césped.
El mensaje, tal y como se ha encargado de remarcar en sala de prensa al mediodía Carriço es claro: "No subestimar al rival, y dejar la portería a cero". Esta última premisa es vital para afrontar con garantías el partido de vuelta. Emery es sabedor del nivel del Borussia, bastante superior al del Espanyol, y no contempla un segundo fracaso consecutivo en apenas un mes de competición.