El Sevilla venía comportándose como una auténtica apisonadora. A un dominio absoluto en Nervión, donde no pierde desde hace un año, se le unía un notable rendimiento fuera de casa. De hecho, el conjunto de Emery cerró el 2014 con sólo dos derrotas a domicilio en Liga, ante el Athletic y el Barcelona; y otra en Liga Europa, ante el Feyenoord. Una dinámica ganadora a domicilio que se ha visto truncada en este inicio de 2015.
Y es que en sólo un mes, el Sevilla ya ha perdido cinco partidos seguidos fuera de casa. La primera derrota lejos de Nervión en este 2015 llegó el pasado 22 de enero, en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Espanyol (3-1). Partido de nefasto recuerdo para el sevillismo, que finalmente puso imposible el acceso a otra semifinal que parecía estar más cerca que nunca. Un choque en el que Emery quiso priorizar la Liga, pues pocos días después visitaría Mestalla, con idéntico resultado, otro 3-1, ante el Valencia, máximo rival por la cuarta plaza.
Llegó después el partido aplazado del Bernabéu ante el Real Madrid, en lo que fue la tercera derrota consecutiva de los sevillistas fuera de casa (2-1). Un partido en el que, ciertamente, los de Nervión merecieron mejor suerte. El siguiente desplazamiento también fue en la provincia de Madrid. Ante el Getafe, Emery se equivocó con el planteamiento y la alineación, con cuatro centrocampistas. El resultado fue el mismo que el del Bernabéu (2-1), aunque esta vez de forma merecida.
La última derrota ha llegado esta mañana en Anoeta. Un partido loco en el que los de Emery merecieron, como mínimo, llevarse un punto. Sin embargo, la nefasta actuación del árbitro y de la defensa, en especial de Arribas, pusieron imposible la victoria ante la Real Sociedad.