Los precedentes meten al Sevilla en semifinales

 
El resultado cosechado por el Sevilla en la ida de los cuartos contra el Zenit es tan ajustado como valioso, al menos si atenemos a cómo transcurrió el partido de ayer en el Sánchez Pizjuán y a los precedentes del conjunto nervionense en Europa.

Sólo en una ocasión durante toda su historia, el Sevilla afrontó una eliminatoria europea con un 2-1 en la ida en casa, eso sí, también fue en los cuartos de final de la Europa League y acabó con el equipo rojiblanco levantando el trofeo. El precedente se remonta a la temporada 2006/2007. El Sevilla de Juande Ramos se vio las caras con el Tottenham, un equipo temible de la Premier League. El equipo hispalense sufrió, pero sacó adelante un ajustado 2-1 en el Sánchez Pizjuán.
La vuelta en White Hart Lane se antojaba un campo de minas para el Sevilla. Sin embargo, el conjunto liderado por Daniel Alves y Kanouté cuajó una primera parte sublime, se adelantó en el marcador y acabó pasando a semifinales con un resultado de 2-2 ante el asombro de la afición inglesa. Sufrió el Sevilla, pero pasó con holgura. Además, aquel año acabaría conquistando la Europa League, derrotando en los penaltis al Espanyol y tras deshacerse en semifinales de Osasuna.
También son favorables los precedentes en San Petersburgo. Nos explicamos. El Sevilla ha viajado hasta en tres ocasiones al estadio Petrovsky de la ciudad imperial rusa, pues bien, los tres resultados cosechados le valdrían para superar la eliminatoria. Al menos, dos de ellos, con seguridad, y el tercero le llevaría a la prórroga. El primer partido en tierras de San Petersburgo fue el 25 de noviembre de 2004. El Sevilla empató a uno con goles de Baptista y Arshavin. El siguiente duelo, justo un año y un día después, el Sevilla perdió 2-1, con tantos de Saviola y doblete de Kerzhakov y la última visita, el 6 de abril de 2006, el equipo nervionense volvió a empatar a uno con tanto de Kepa.
Esta será la cuarta visita del Sevilla a San Petersburgo y el objetivo es darle una pequeña vuelta al refrán y tratar de ratificar que no hay tres sin cuatro.