"Vuelan, vuelan banderas...", dice ese otro himno oficial del Sevilla, ese que agotó la megafonía del Ramón Sánchez Pizjuán días y días sin tener como marco citas como las de esta noche, como las que afortunadamente se han acostumbrado a vivir el club nervionense y su afición. Ya forman parta de una bonita enumeración. Schalke, Osasuna, Valencia y Fiorentina están, estarán en la historia sevillista. Tres de ellas, al menos, como antesala de la apoteosis nervionense. Y esta cuarta la quiere convertir el Sevilla y el sevillismo en la antesala de la final de Varsovia. El conjunto de Nervión, de ese Nervión que una vez más se entregará a su competición, la UEFA, la Europa League, ha tomado como bendita costumbre, meritoria tradición, brutal repetición jugar semifinales un año sí y otro también. Hace menos de un año fue ante el Valencia, ahora, este 7 de mayo, la Fiorentina italiana. Vuelan, volarán banderas una vez más.
Un buen Sevilla
El Sevilla es el campeón, es el tricampeón, es semifinalista y, como no puede ser de otra forma, uno de los favoritos a hacerse con el título en Varsovia. Sabe jugar estos partidos, sabe cómo gestionar la ansiedad, la ilusión, el nerviosismo. Es una referencia en este torneo y eso pesa, es lógico. Pero lo que puede llevar al Sevilla a la final de Polonia, además de algún grado de experiencia, son sus variadas virtudes. Son los goles de sus delanteros, la majestuosa figura en la que se ha convertido Banega, la portentosa fuerza física de futbolistas como Krychowiak, Iborra o M'Bia, la luz de Reyes o la insistencia de Aleix Vidal, entre otras. Claro que tiene defectos, y con ellos llega a esta semifinal, con la portería en vilo ante las lesiones de Beto y las indecisiones de Rico, las dudas de la defensa tras la lesión de Pareja... Pero es el Sevilla un equipo temible, que infunde un ritmo alto a los encuentros y que sabe encontrar las debilidades del rival a costa de sus virtudes. Ese Sevilla es el que debe aparecer esta noche en el Sánchez Pizjuán. Y de aparecer, el resultado será el que sea, pero tendrá el equipo de Emery muchas opciones de resultar ganador de la eliminatoria. Se ha ganado de sobra el derecho a confiar.
Una buena Fiorentina, un buen Joaquín
Un buen Sevilla se asegura altas opciones de estar en la final, pero no todas. Porque una buena Fiorentina también eleva sus posibilidades considerablemente. El duelo es exigente, equilibrado, igualado. El conjunto italiano cuenta con figuras de alto calado en su plantilla. No es casualidad que haya alcanzado esta ronda y no es casualidad que sea serio aspirante a la final. Tiene mucho de lo mejor de la competitividad italiana y poco de lo peor, porque esta Fiorentina juega al fútbol, sabe qué hacer con el balón, con Borja Valero a la cabeza, y sabe cuándo dejar la racanería de lado para hacerse grande en los partidos.
Además, llega a Nervión con un viejo conocido en buen estado de forma, convirtiéndose en uno de los principales baluartes del rival. Joaquín es una de las armas, ya sea con un 5-3-2, ya sea con un 4-4-2, las dos opciones que baraja Montella. No es la única, Salah, cedido por el Chelsea, es otro futbolista capaz de marcar las diferencias, como el internacional alemán de origen granadino Mario Gómez. En el Sevilla, además, saben que son un equipo fuerte, que tiene variantes y que maneja varias opciones para hacer frente. Su versatilitad también lo convierte en un rival peligroso.
Nervión
El partido de ida se supone que siempre es más prudente. Seguramente sí por parte de la Fiorentina. Pero quizás el Sevilla deba quemar sus naves en el Sánchez Pizjuán. Porque ha demostrado que en la vuelta suele tener recursos, que no se amilana, y si sale con ventaja de casa tendrá mucho camino recorrido. Además, el conjunto de Florencia guarda respeto al rival. Puede que recurra a los tres centrales (ya lo hizo el Zenit), y en esa tesitura el Sevilla ya tiene la experiencia para superar barreras.
El once de Emery tiene varias cosas claras, como el delantero, Bacca, como Banega, Krychowiak... pero puede presentar alguna novedad. Como la presencia de Aleix Vidal en el lateral derecho o incluso la presencia del polaco en el centro de la defensa junto a Carriço con Iborra y M'Bia por delante. Quizás tire de creación y ataque en este encuentro de ida. Lo que no falla es la afición del Sevilla. Con banderas, con gritos, con la necesidad casi de vivir una nueva final y volver a elevarse recibirá a la Fiorentina. Sabe cómo moverse el sevillismo en estos partidos, sabe cómo vivirlos y cómo alentar a su equipo.
Volarán, volarán banderas mientras este Sevilla siga en sus trece de engrandecerse año tras año, de vivir semifinales cada temporada, de pelear por títulos años tras año. Volarán banderas del Sevilla, que vuelen.
Alineaciones probables:
Sevilla FC: Sergio Rico o Beto; Aleix Vidal, Krychowiak, Carriço, Tremoulinas; Iborra, M'Bia; Reyes, Banega, Vitolo; Carlos Bacca.
AC Fiorentina: Neto; Joaquín, Tomovic, Savic, Gonzalo Rodríguez, Marcos Alonso; Matías Fernandez, Pizarro, Borja Valero; Salah y Gómez.