Fue en Florencia, en el siglo XV, donde renació Europa, donde renació Occidente y donde la civilización alumbró un nuevo movimiento cuyo objetivo era reverdecer viejos laureles, antiguos valores y actualizarlos hasta cambiar la faz de una ciudad primero, un país luego y el mundo entero a la postre. Es en Florencia donde este Sevilla pretende ni más ni menos que repetir, actualizados, hitos de aquel otro Sevilla de hace siete años, aquel que de forma sorprendente se convirtió en el único club, junto al Real Madrid, capaz de levantar por dos veces consecutivas la entonces Copa de la UEFA. Quiere el Sevilla que eclosione en la magnífica urbe italiana este nuevo tiempo dorado, este nuevo gran tiempo de un equipo que, como el Renacimiento, hace suya Europa, hace suyo el Continente y se convierte en uno de sus arietes futbolísticos. Es en Florencia donde el Sevilla quiere sacar su billete a Varsovia, a una nueva final, a una maravillosa final que se habrá ganado partido a partido, campo a campo, ronda a ronda, por toda Europa, por la exterior y la interior. Es, pues, en Florencia, donde el Sevilla quiere hacer valer su 3-0 de la ida, su poderoso 3-0 de la ida, y hacer levitar de nuevo a sus aficionados hasta llevarlos de nube en nube hasta Polonia, hasta otra final.
Entre el optimismo y la confianza
Dante, Leonardo, Mantegna, Cosme... Esos nombres salidos, formados o conocidos tras su paso por la ciudad fiorentina creyeron, creyeron en la forma de cambiar lo que tenían ante sí, hasta moldearlo, por muy imposible que pareciera. Da Vinci hasta quiso reinventar la vida, quiso volar, quiso ingeniar, no tenía límites. Y en Europa el Sevilla tiene ese mismo perfil. Se convierte en un maravilloso loco que supera retos tras retos. Este, aquel, el de más allá... los supera todos, cree en ellos y en la forma de evitar los obstáculos y superarlos hasta la más maravillosa meta. Esa convicción el Sevilla la tiene en vena, la tiene a fuego impregnada por ese nuevo inventor de este nuevo Sevilla que es Unai Emery. Nada imposible parece haber para él y sus chicos, y ahora que se ven tan cerca de Varsovia deben mantener esa creencia, esa convicción, esa competitividad excelsa, y hacer de ella su camino, su futuro. Sin pararse a mirar atrás, nunca, sin regodearse en sus avances ni en sus éxitos, sin elevar la voz ni terminar un camino que siempre ofrece la posibilidad de avanzar. El Sevilla tiene una bandera, la de la competitividad, y esa debe enarbolar ante la Fiorentina para llegar a Varsovia, ninguna más.
Los planes de Unai
Unai Emery inventa, crea, planifica, previene, analiza. Es un hombre de la ciencia, del fútbol. Intenta que nada quede al albur, que nada quede al azar y que todo quede en manos de los hombres, de sus hombres. Ese es su modus operandi, el Sevilla no se encuentra con la fortuna, la cita, la favorece, la agasaja, la trabaja. En el partido de ida en Nervión el técnico sevillista volteó el plan de Montella con el factor sorpresa de Aleix Vidal en el lateral. El catalán destrozó por ese costado al conjunto italiano, al buen conjunto italiano. El cuchillo viola, Joaquín, se quedó sin el molde porque fue el Sevilla el que ganó los costados. Para esta vuelta quizás Unai sea más previsible. Aleix como interior, Coke en el lateral, es el plan al parecer. El resto, lo que funciona. Bacca arriba, Vitolo, Banega y el mismo Aleix por detrás, y Krychowiak y M'Bia en la medular para proteger a Carriço y Kolo. Deberá sacar su ciencia Emery durante el partido, de entrada trabajado está, al viento que sople en el Artemio Franchi, a favor o en contra. Pero de entrada parece que el trabajo deberá ser una continuación del partido de ida.
El cancerbero, el arte fiorentino y Mestalla
Sergio Rico parece estar en la fase final de su propia construcción. Cada partido intenta hacerse a sí mismo, y en la ida ganó tiempo y enteros con su gran actuación. Tanto que parece ya una figura cada vez más marmórea, o debe parecerla, o al menos de un material más consistente que el de que se compone a día de hoy un Beto que parece haberse quebrantado con el paso de la temporada hasta no volver a erigirse. Será, de nuevo, buena evaluación para la emergencia de uno y para la recuperación, si se diera, que no está garantizado, del otro. Porque la Fiorentina, ese equipo que salió castigado por un poderoso Sevilla de Nervión, tuvo buenos minutos, tuvo buenos argumentos, y los tiene, y tiene calidad de sobra para incluso hacer lo mismo en ataque, hacer daño y comprometer la eliminatoria si el conjunto hispalense no anda despierto, concentrado, intenso, competitivo.
Pero el Sevilla, indómito a domicilio, ganador a domicilio, ya no debe achantarse, ya no debe caer en fobias. Este Sevilla ya ha pasado por tiempos oscuros, este Sevilla ya ha emergido de momentos en los que lo daban por pasado, por muerto. Este Sevilla ya estuvo en Mestalla, ha estado en Moenchengladbach, en Villarreal, en Rusia, este Sevilla ya ha puesto piedra sobre piedra y este Sevilla ya no debe dejarse ganar por esoterismos ni fuerzas alternas. Este Sevilla es un Sevilla del Renacimiento, este Sevilla es mejor, este Sevilla sigue siendo el campeón.
Alineaciones probables:
AC Fiorentina: Neto; Savic, Gonzalo, Basanta, Alonso; Mati, Badelj, Borja Valero; Salah, Mario Gómez, Joaquín.
Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, Carriço, Kolo, Tremoulinas; Krychowiak, M'Bia; Aleix Vidal, Banega, Vitolo; Carlos Bacca.
Gran artículo, Para un Gran Sevilla