Es Noticia
Málaga
2-3
Sevilla FC

No se puede hacer más para estar en Champions

Alejandro Rodríguez

El Sevilla hizo su trabajo, y de qué manera. Tardó en entrar en el partido, pero derrotó por goleada a un Málaga que acusó notablemente la expulsión de Weligton en la segunda mitad. El Sevilla tiene una fiabilidad alemana. Espectacular. Si tiene que ganar, gana. Sin embargo, su victoria no tuvo el premio gordo. Lo mereció, pero el Valencia no falló. El Valencia ganó al Almería y se llevó la Liga de Campeones. Broche de oro a una Liga para la historia nervionense. Sólo faltó el platino... Ojalá llegue el miércoles en Polonia.
Emery anunció que iba a por el partido, que el Málaga estaba antes que la final de la Europa League, que ya habría tiempo para pensar en el Dnipro... y no se quedó sólo en el discurso. Lo demostró con actos. Sólo reservó a Bacca, Vitolo, Kolo y M'Bia de entre los jugadores que tienen muchas papeletas de ser titulares en Varsovia. La Liga de Campeones bien merecía el esfuerzo de ir con todo, o casi, en la Rosaleda.
El mensaje enviado por Emery con la alineación no fue recibido por sus jugadores. El Sevilla salió frío, desconectado, superado por un Málaga que parecía ser el que se jugaba la Champions. El balón pertenecía al equipo blanquiazul, que apretaba y llegaba. La ocasión más clara llegó poco antes del minuto 25. Un disparo cruzado desde dentro del área que fue espléndidamente rechazado por Sergio Rico. Gran parada del joven portero sevillista y gran reacción de Coke, que se adelantó a Amrabat cuando el delantero malaguista iba a empujar el balón con la portería vacía.
El Sevilla sufría, pero un minuto después se producía la jugada que bien pudo cambiar el signo del encuentro. Weligton fue expulsado por roja directa tras un forcejeo con Gameiro que acabó en codazo. El contacto existió, aunque la roja parece al menos rigurosa. Al Sevilla se le ponía el duelo de repente cuesta abajo. Tenía 65 minutos por delante jugando con uno más. Mientras, llegaban noticias buenas desde Almería, con el conjunto andaluz adelantándose en dos ocasiones al Valencia.
El partido cambió sensiblemente. El Sevilla dominó más la situación y empezó llegar al arco de Kameni. Los de Emery cuajaron dos ocasiones muy claras: la primera fue de Iborra, que remató a la primera una gran internada de Gameiro por la banda derecha. El centrocampista del Sevilla lo hizo muy bien, pero Angeleri tuvo reflejos felinos para meter el pie y evitar el tanto nervionense. La segunda ocasión fue otra vez con una internada por la derecha, esta vez de Aleix Vidal. El catalán metió un gran pase de la muerte, pero Rosales rechazó en boca de gol. La expulsión de Weligton cambió el partido, pero el Sevilla no terminó de imponerse. Parecía cuestión de tiempo...
A los siete minutos de la segunda mitad se impuso la lógica. El Sevilla es mejor que el Málaga y encima jugaba con uno más. Reyes marcaba tras una sensacional pared con Coke. Qué bien lo hizo Reyes. Encaró, regateó a Kameni y marcó a puerta vacía. Espectacular. El camino se allanaba aún más. Sólo tres minutos después se empaquetaba el asunto. Golazo de Banega. Magnífica metáfora de la temporada. El argentino, de menos a más este año, ha sido el motor que necesitaba el Sevilla, el jugador que resucitó Emery y que se ha convertido en una de las grandes noticias de la temporada.
El partido estaba ya resuelto. Momento transistor, o app, que hay que adaptarse a los tiempos. Todos mirando a lo que pasaba en Almería. El partido estaba roto. El Sevilla había hecho su trabajo, y muy bien. Remató con el tercero. Otro de los héroes de la temporada, Aleix Vidal, a la hora de partido, ejecutaba a Kameni en un uno contra uno servido en bandeja por Tremoulinas después de una jugada maravillosa del lateral francés.
Con el partido resuelto, Emery empezó ya a pensar en la final de la Europa League. Lógico. Sacó del campo a Reyes, Banega y Krychowiak. Tres jugadores que a buen seguro serán titulares en Varsovia. El partido estaba controlado, aunque el tanto de Javi Guerra, poco antes del minuto 70, gran gol del delantero blanquiazul, le puso algo de emoción al partido. El Málaga siguió creyendo y lo intentó, mientras que el Sevilla trataba de controlar la situación. No pasaba demasiados apuros, pero el partido no estaba acabado.
El Sevilla terminó ganando, sin problemas, sin apuros, con más juego brusco por parte del Málaga del necesario y poco más. Sí, el Málaga marcó el segundo y apretó las cosas, pero ya en el descuento. Premio para Javi Guerra, que hizo un gran doblete. Lo importante ocurría lejos de la Rosaleda. El tercer tanto del Valencia cayó como un jarro de agua fría. El Sevilla tiene suficiente con controlar lo que ocurre en sus partidos, lo que pasa fuera ya es otra cosa...
 

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  1. Pe3pin D Mampurrua

    Mucho, Mucho, y Mucho Ahora a por la Copa europea el Miércoles. Muy mamporrerete el partido contra los boquerones