Es muy difícil pensar en los éxitos recientes del Sevilla y no acordarse de la figura de Monchi. Al igual que el equipo, el director deportivo ha sufrido una evolución espectacular que le ha llevado a ser reconocido como uno de los mejores del mundo en su puesto y, seguramente, el mejor de España. Sin embargo, como es lógico, el porcentaje de acierto nunca ha sido el máximo. Tal y como él mismo reconoce, son varios los lunares que aparecen en su extensa lista de fichajes. Con todo, Monchi se queda con uno que le dolió especialmente, el de Lautaro Acosta.
Así lo reconoce el de San Fernando, en una entrevista concedida a la revista Jot Down, tras ser preguntado por su mayor frustración: “Lautaro Acosta. Cuando fui a ficharlo estaba al cien por cien seguro de que funcionaria, le vi todo lo que quería ver, me gustaba mucho, pero no salió”. Otro futbolista que no salió como esperaba y en el que había depositado muchas esperanzas fue Marko Marin, mucho más reciente: “Fue una de las operaciones de las que más orgulloso me sentía. Firmar a Mako Marin me parecía una epopeya. Me costó mucho, fue una odisea. Sin embargo, no dio. Creo que Marko tenía y tiene que cambiar el chip y no lo hizo. De la calidad que tenía no podía vivir. Se lo explicamos muchas veces. Tenía que adaptarse al fútbol actual, ser más competidor”.
En cuanto a Vitolo, el director deportivo no está de acuerdo en que su irrupción haya sido una sorpresa. Incluso desvela que estuvo a un paso de llegar antes de 2013: “Fue una apuesta segura, lo seguíamos desde muchos años antes, pero tuvo una lesión de rodilla y no pudo firmar en su momento. Era muy difícil equivocarse con él, solo estaba pendiente por ver su adaptación a la península porque era canario, pero nada más. Y su adaptación fue muy fácil, es muy abierto, muy dicharachero. Muy amigo de Reyes”.
Por último, si tiene que destacar a un futbolista, se acuerda de Luis Fabiano, a quien define como el mejor delantero que ha visto en el Sevilla: “Para mí es el mejor delantero que ha tenido el Sevilla en la historia. Luisfa era un tío al que había que conocer, darle cariño. Los futbolistas llegan pero luego tienen que tener un recorrido”.